Después de las múltiples quejas que recibió la organización del Abierto de Australia por las condiciones en las que se disputaron los partidos de la clasificación (hubo jugadores que se vieron afectados por el humo proveniente de los incendios forestales que vienen castigando al país desde hace meses), el aire en Melbourne parece haber vuelto a la normalidad gracias a las lluvias de los últimos días.
Así lo confirmaron los jugadores argentinos tras la ronda inicial del primer Gran Slam del año. “En los días que estuve nunca vi humo. La peor parte se la llevaron los chicos que disputaron la qualy. Yo llegué después y la verdad que me pareció un torneo normal”, comentó Juan Ignacio Londero, eliminado por Grigor Dimitrov.
“Confío en las autoridades del Abierto. Tienen buenos instrumentos de medición y están midiendo cada cuatro minutos la calidad del aire. Me siento cuidado”, destacó Guido Pella, quien anoche se enfrentaba al francés Gregoire Barrere.
“Se cambiaron un par de reglas con respecto al clima, y si las condiciones no están dadas, se frenará el partido”, resaltó Diego Schwarztman, aunque reafirmó su postura de que las altas temperaturas con las que se juega el Abierto de Australia -superan con facilidad los 40 grados- “no son ideales para el máximo nivel”. El número 14 del mundo debía medirse anoche con el español Alejandro Davidovich Fokina.
Más preocupado está Federico Delbonis, aunque no por el clima, sino porque esta noche a partir de las 21 deberá enfrentar al número 1 del mundo, Rafael Nadal.
Bien temprano, poco después de las 6, Roger Federer saldrá en busca del pase a tercera ronda frente al serbio Filip Krajinovic. También jugarán entre esta noche y la madrugada Daniil Medvedev, Alexander Zverev, Nick Kyrgios y David Goffin.
En el cuadro femenino, jugarán por segunda ronda Garbiñe Muguruza, Karolina Pliskova, Simona Halep y Angelique Kerber. No estará, Maria Sharapova, quien sufrió su tercera eliminación consecutiva en primera ronda de un Grand Slam. La ex número 1 (caerá al puesto 360 tras su eliminación) deslizó la posibilidad de un pronto retiro. “No sé lo que va a pasar en 12 meses”, señaló la rusa, inactiva durante gran parte de 2019 a causa de lesiones. (Télam-Especial)