El jefe de la comisaría de El Mollar fue removido de su cargo por decisión de las autoridades del Ministerio de Seguridad y de la Policía de Tucumán. Se trata del comisario Pedro Medina, quien fue detenido por una denuncia en su contra por un hecho ocurrido en la madrugada del 1 de enero. Por ese mismo caso también está detenida Evelyn Barrera, oficial de turno.
"En virtud de la detención se dispuso la remoción del comisario, con el objetivo de que se esclarezca lo ocurrido ante la Justicia", explicó el subsecretario de Seguridad, José Ardiles, quien detalló que además ya se decidieron las medidas administrativas necesarias tras la denuncia de una mujer por presuntos maltratos en dicha dependencia policial.
El subjefe de Policía, Rolando Gómez, informó que desde el primer momento en que se conoció la denuncia se decidió junto al jefe de la Unidad Regional Oeste, Raúl Villafañe, que el comisario acusado sea desvinculado y que la empleada policial implicada sea reubicada en un nuevo destino.
La Fiscalía Iª del Centro Judicial Monteros solicitó ayer la detención de ambos y el allanamiento de la dependencia policial de la villa veraniega. Al ser notificados, los dos fueron puestos a disposición de la Justicia. Además, en la medida llevada a cabo se secuestraron los libros de guardia del día en que ocurrieron los hechos.
"La Justicia deberá determinar el grado de responsabilidad de los efectivos involucrados tras las declaraciones y las pruebas y testimonios ofrecidos, y a partir de eso se decidirá su situación administrativa y procesal. En caso de que sean oficialmente imputados en la causa, serán pasados a pasividad. Mientras que, si no se confirma su detención, serán puestos a disponibilidad para garantizar que no se entorpezca ningún procedimiento de la justicia", explicó Gómez.
Una mujer de 44 años denunció que fue maltratada en la comisaría después de haber sido detenida por contravenciones a la salida de un boliche, la noche del 31 de diciembre. Según fuentes policiales, esta se encontraba consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública junto a dos sobrinos y cuando los policías se le acercaron para informarle que estaba prohibido beber allí, comenzaron a insultarlos y agredirlos, por lo que fueron trasladados a la dependencia hasta el 2 de enero a la tarde, cuando fueron puestos en libertad.