Víctor Bascary custodia todas las tardes la esquina de calles Córdoba y Maipú. Víctor es uno de los tantos aspirantes de la Escuela de Agentes y Suboficiales que quiere ser policía. Víctor dio la nota, por conciencia y por acción, el pasado viernes 27. Un adulto mayor no vidente se acercó a pedirle ayuda para cruzar la calle e ir hasta una farmacia de la zona. Víctor lo acompañó, pero se quedó a esperar al señor, por si necesitaba algo más.

El hombre, de 80 años, había ido a consultar por un remedio, pero fue el propio Bascary el que finalmente se lo pagó de su bolsillo.

“Cuando le dijeron que tenía que pagar $217 el señor contestó que no lo llevaría porque no tenía esa plata. En ese momento no dudé y le dije al empleado que yo le pagaba. Jamás pensé que otras personas que estaban en lugar iban hacer lo mismo. Juntaron el dinero y compraron otra caja de las vitaminas qué el señor necesitaba”, relató el aspirante a policía.

 Bascary, de familia vinculada a la Fuerza (su padre y abuelo son policías), además estudia enfermería. Al hablar sobre lo ocurrido, remarcó la importancia de los valores que inculcan en la Escuela de Policía. “Me puse en su lugar y pensé en mi abuela. Se me vino ella a la cabeza y lo feo que sería que viva una situación así”, reflexionó

RECONOCIMIENTO. Los superiores de Bascary reconocieron su vocación de servicio. PRENSA MINISTERIO DE SEGURIDAD