LA PAZ.- España enviará funcionarios a Bolivia para aclarar qué sucedió el viernes en la residencia de la embajadora mexicana en La Paz, donde están refugiados ex ministros de Evo Morales. El incidente, confuso hasta el momento, podría agravar las tensas relaciones entre México y Bolivia y salpicar también a España. El Gobierno boliviano ya ha denunciado un atropello a su soberanía.

Según la ministra boliviana de Relaciones Exteriores, Karen Longaric, personas identificadas como funcionarios de la Embajada de España en Bolivia, acompañadas por encapuchados, intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia diplomática de México en La Paz. Así lo reportaron las agencias de noticias Reuters, Télam y Europa Press.

Longaric precisó que el ingreso de vehículos diplomáticos españoles fue frenado y aseguró que la presencia de encapuchados -armados, según ella- es una amenaza para la sede diplomática mexicana, contraviene las prácticas diplomáticas y vulnera el principio de inviolabilidad de las embajadas.

Por su parte, el Gobierno español explicó que el incidente se produjo cuando su encargada de Negocios en Bolivia, Cristina Borreguero, y el cónsul Alvaro Fernández visitaron la sede diplomática mexicana el viernes. “El Ministerio de Asuntos Exteriores ha acordado abrir una investigación en relación a los hechos durante la visita”, comunicó la Administración ibérica.

En la legación mexicana se asilan ex funcionarios del Gobierno de Morales, que renunció el 10 de noviembre después de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) encontrara serias irregularidades en las elecciones presidenciales del 20 de octubre y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, le sugiriera que abandonase el cargo. Entre los asilados figuran los ex ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y de Cultura, Wilma Alanoca, sobre quienes pesan órdenes de captura.

A los allegados de Morales se los acusa de sedición y terrorismo y de haber fomentado la violencia social que concluyó con 36 muertos, según el balance de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El Gobierno de la mandataria interina de Bolivia, Jeanine Áñez, no les ha concedido salvoconductos, pero México se niega a entregarlos.

El Ministerio Público boliviano también tiene una causa abierta contra Evo, que se refugió en México tras dimitir y está asilado en Argentina desde el pasado 12.

La versión mexicana

La Secretaría de Relaciones Exteriores de México dio una versión diferente del incidente en su sede diplomática, tras una visita de cortesía de los diplomáticos españoles a la embajadora mexicana en La Paz, María Teresa Mercado.

Según el Gobierno de México, tras la reunión los diplomáticos españoles fueron informados de que sus autos habían sido detenidos en el acceso de la urbanización por fuerzas de seguridad bolivianas, y de que no se les permitía pasar.

La Secretaría transmitió además que la Cancillería boliviana exigió que los diplomáticos salieran a pie hasta sus vehículos, pero como se negaron, un automóvil del Gobierno de Bolivia llegó a buscarlos una hora después.

Hostigamiento

La presencia permanente de uniformados en los alrededores de la Embajada mexicana motivó en estos días la protesta del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que denunció hostigamiento y amedrentamiento. México expresó en varias ocasiones su temor de que el Gobierno boliviano ingrese por la fuerza para detener a los antiguos funcionarios de Morales.

Entretanto, Longaric insinuó que en realidad anteayer existía un plan para que los refugiados en la Embajada mexicana se fugaran. “Estamos en un proceso de análisis de lo sucedido”, advirtió.