El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apoyó hoy a la autoproclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, y denunció que "la violencia que continúa" en ese país sudamericano, el mismo día que el ministro del Interior boliviano, Arturo Murillo, se comprometió desde Washington a volver a trabajar con Usaid, la agencia de desarrollo internacional estadounidense expulsada en 2013.

"Apoyamos en Bolivia a Jeanine Áñez, quien trabaja para garantizar una transición democrática pacífica a través de elecciones pacíficas. Denunciamos la violencia que continúa y a aquellos que la provocan, tanto desde adentro como desde afuera de Bolivia. ¡Estados Unidos está junto a las personas de la región que apoyan la paz y la democracia!", escribió Trump en su Twitter.

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Poco después, Áñez le respondió por la misma red social agradeciendo su "respaldo".

"Nuestra labor es pacificar nuestra patria y convocar a elecciones, así como lo ha manifestado la ciudadanía", agregó la senadora que se autoproclamó presidenta interina en una sesión de la cámara alta de la Asamblea Nacional sin quórum y sin la presencia de la bancada mayoritaria del Movimiento al Socialismo, el partido del ex presidente exiliado Evo Morales.

Desde que Áñez asumió el control del gobierno boliviano, dio un vuelco de 180 grados a la política exterior que había construido Morales en los últimos 14 años, especialmente a la relación bilateral con Estados Unidos.

En 2008, en plena escalada del desafío secesionista liderado por un grupo de gobernadores, el gobierno de Morales denunció que el entonces embajador Philip Goldberg se había reunido con estos líderes opositores, lo acusó de estar tratando de dividir el país y lo expulsó.

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Estados Unidos respondió de manera recíproca. Recién con la autoproclamación de Áñez, el gobierno de facto de Bolivia nombró a un nuevo embajador estadounidense y restableció las relaciones bilaterales al máximo nivel.

En 2013, en otro momento de fuerte tensión local y bilateral, Morales también expulsó a la Agencia estadounidense de desarrollo internacional (Usaid, por sus siglas en inglés). La acusó de utilizar sus proyectos de desarrollo como fachada para oficiar de aliado extranjero de la oposición.

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Hoy, en la primera visita oficial de un funcionario del gobierno de facto boliviano a Estados Unidos, el ministro del Interior, Murillo, se reunió el responsable de Usaid para América Latina y el Caribe, John Barsa, y éste le transmitió que la agencia está "predispuesta" a volver a trabajar en el país, según informó una nota que el propio ministro difundió en Twitter.

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Como parte de estos esfuerzos por restablecer rápidamente una muy buena relación con Estados Unidos -uno de los primeros gobiernos del mundo que reconoció a Áñez como presidenta interina legítima-, la semana pasada el gobierno de facto eliminó las visas que Morales había impuesto a los ciudadanos norteamericanos, como una medida de reciprocidad.

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"Nuestro gobierno ha tomado la determinación de eliminar visas para el ingreso de ciudadanos de dos países, que son muy importantes y siempre han contribuido grandemente al desarrollo del turismo", explicó Áñez al anunciar la medida que benefició a estadounidenses e israelíes.