El viernes se inauguró en el Timoteo Navarro una retrospectiva del artista tucumano. La encargada del museo, Cecilia Quinteros Macció, elige algunas de sus obras favoritas, explica por qué y recomienda cómo apreciarlas y disfrutarlas
1) “Mano de barro”
La mirada del artista sobre sí mismo siempre es interesante y por eso la destaco. Fíjense que Tito no pinta al aire libre y aquí se retrató a cielo abierto, en el campo. Es la pintura de un trabajador en comunión con todo lo que lo atraviesa, con el mundo que lo rodea.
2) “La misachico en agua amarilla”
Es la obra más grande, mide 4 metros, y fue la última que se colgó, sobre el filo de la inauguración. En este caso se refleja la relación del artista con la tierra, con lo que representa cada pueblo. Hay un trabajo muy particular con los cerros. Tito te lleva a lo que conocés, a nuestras raíces.
3) “El brillo de tu luz”
Es una obra muy emotiva, parte de la serie sobre los chicos de la calle y las drogas. Aparecen unas luces malas que se están llevando el alma del niño. El cuadro captura la esencia de él como artista y lo ubica en la realidad. La temática lo toca muy fuerte, habla de su compromiso social y político. Es una pintura movilizadora.
4) “El narrador de mitos”
El cuadro integra la serie referida a los mitos y representa la conexión que tiene Tito con el origen, con lo popular, en este caso la historia del Familiar. Es también una representación de nuestra provincia. La escena que recrea es en una casa y se nos hace cotidiana, como que forma parte de la vida de cada uno: el fogón, la comida, los niños.
5) “En los Aguirre”
Se trata de una obra más romántica, referida a la vida en el campo, en lo rural. Capta ese momento de dignidad y de paz. Sin duda es algo que nos representa y, al igual que en muchos de los trabajos de Tito, el cielo tiene especial protagonismo.