Venecia se prepara para otra devastadora marea alta, mientras la ciudad de la laguna se esfuerza por retirar los escombros dejados por la mayor inundación de los últimos 50 años, ocurrida a principios de esta semana.
Las autoridades dijeron que las aguas podrían volver a subir este viernes y alcanzar los 160 centímetros, por encima del nivel de emergencia que hace saltar las sirenas en las calles.
"Otro día de alerta para Venecia. El viento del siroco sigue soplando. Invito a todos (...) a que se mantengan actualizados sobre el nivel del agua", dijo el alcalde Luigi Brugnaro en Twitter.
Brugnaro culpó al cambio climático cuando el "acqua alta" inundó la ciudad el miércoles, anegando su histórica basílica, plazas y edificios centenarios.
Esta mañana, los comerciantes intentaban proteger sus negocios en la Plaza de San Marcos, aunque muchos dijeron que cerraron sus puertas hace 10 días, cuando los niveles superaron el umbral de los 110 centímetros.
Asimismo, se esperaba nieve en la ciudad de Belluno, en la parte norte de la región del Véneto, al pie de los Dolomitas, lo que podría agravar la situación en Venecia.
El Gobierno nacional declaró ayer el estado de emergencia para Venecia y asignó 20 millones de euros (22 millones de dólares) iniciales para hacer frente a los daños inmediatos.
El Gobierno celebrará una reunión extraordinaria el 26 de noviembre para discutir "la gobernanza y los problemas estructurales de la ciudad", dijo el viernes el primer ministro, Giuseppe Conte, en una entrevista con el diario Corriere della Sera.