“Si me pasa algo o me matan, lo hago responsable al juez (Roberto) Guyot”, afirmó el interno Serafín Rodríguez, uno de los testigos en la causa en que se investiga el tráfico de drogas en el penal, en un mensaje que le envió a su defensor el lunes por la noche. Dos días después, el hombre, que estaba condenado por abuso sexual, se escapó del Destacamento Falivene, ubicado en el sur de la provincia.
La desaparición del reo generó polémica ayer. El ministro de Seguridad, Claudio Maley, se habría quejado ante los vocales de la Corte Suprema de Justicia por la decisión del juez de Ejecución y Sentencias por no haber trasladado de esa dependencia policial a un preso considerado peligroso por sus antecedentes. Mientras tanto, funcionarios de la Justicia Federal confirmaron que hasta el cierre de esta edición no habían sido informados del escape del preso que había sido declarado testigo protegido. Además, su defensor, Gustavo Morales, agregó: “esta fue una fuga armada”.
La versión oficial indica que Rodríguez, condenado por abuso sexual, se escapó de la dependencia policial. De acuerdo al parte, el detenido se encontraba alojado en una oficina del destacamento porque se había peleado con otro preso, que también es testigo de la causa que investiga el fiscal federal Pablo Camuña sobre la venta de drogas en el penal de Villa Urquiza. En el momento de su desaparición, el carcelero se encontraba en el baño y el oficial de guardia se había retirado a buscar elementos para limpiar dependencia.
Morales señaló que existieron una serie de irregularidades en este caso. “El lunes por la mañana, una abogada presentó ante el juez Guyot un poder revocándome el rol del defensor con la firma falsa de Rodríguez. Por la tarde, es agredido por su compañero de calabozo, Luciano Fernández, por pedido del magistrado, y ahora sale de la comisaría caminando, como si nada. Nadie puede creer esta historia. Aquí se produjeron gravísimas irregularidades”, comentó el profesional.
Oficialmente se informó que Rodríguez había mantenido una pelea con Fernández el lunes por la tarde, aunque no se confirmaron los motivos que originaron los incidentes. Para evitar nuevas peleas, el personal ubicó al fugado en la oficina del destacamento y al otro preso, en la celda. Según confiaron fuentes del área de Seguridad, le habían avisado al juez de Ejecución de Sentencias del problema para que resolviera el caso, pero no lo hizo. Esa fue la principal queja que habrían escuchado los vocales de la Corte del ministro Maley.
Polémico caso
En marzo pasado dos presos denunciaron que habían sufrido castigos físicos por haberse negado a comercializar la droga que les entregaban los guardicárceles. También dijeron que habían sido amenazados por el magistrado que debe resolver los planteos de los reclusos. El juez federal Daniel Bejas, por pedido del fiscal Camuña, ordenó que esos internos y los otros que habían declarado como testigos en la causa sean protegidos. Por esa razón, y después de varios días, Rodríguez y otras personas terminaron alojados en el Destacamento Falivene.
El jefe de Policía Manuel Bernachi, por la polémica que había despertado y ante la queja de los vecinos, aceleró algunas obras para brindarle mayor seguridad a la dependencia policial.
Sin embargo, Rodríguez, sin haber provocado daño alguno, salió caminando por la puerta principal del lugar. La fiscala Mariana Rivadeneira se encargará de investigar qué sucedió ayer a la mañana. Por lo pronto, no ordenó ninguna medida en contra de los policías que deberían haber vigilado al reo.
Muchas dudas
Rodríguez, en realidad, estaba cumpliendo su condena en la Unidad Penitenciaria de Concepción. Fue trasladado de manera irregular a Villa Urquiza luego de haber brindado información sobre el ingreso de drogas en el penal.
Por ese caso, fue separada de su cargo la funcionaria Carina Assad, ya que fue acusada por los reos de manejar una organización que también habría estado integrado por Guyot.
La jueza de Ejecución y Sentencias Alicia Merched, después de haber descubierto el ingreso de pastillas al penal, la demandó en el Ministerio de Seguridad, en la Corte y en la Justicia Federal. Después, Assad le envió un mensaje que consideró intimidante.
“Hoy (por ayer) se presentaron dos policías para decirnos que mi padre se había escapado. Nos contaron que él había dormido con los guardias y que se escapó cuando ellos no estaban vigilándolo. Es curioso que los dos guardias hayan decidido ir juntos a hacer algo. Tenemos miedo de que hayan inventado esta fuga para matarlos”, razonó Emilia Rodríguez, hija del evadido. “No será la primera vez que hagan figurar la fuga de un preso y lo terminen encontrando muerto. Estamos muy preocupados”, explicó.
Morales señaló que la desaparición de Rodríguez es preocupante. “No es un nombre más en la causa, sino un testigo importante que puede aportar muchos datos. Él, al ser un preso con muchos años de encierro, conoce muchos detalles. Es más, tenía una gran confianza con Guyot al que llamaba ‘Tito’ ”, señaló.
Fuentes de la Justicia Federal también confirmaron que les llamó la atención la fuga de Rodríguez. Explicaron que tenía buena conducta y que ya estaba en condiciones de acceder a la libertad condicional. También destacaron que si bien no había ingresado al programa de protección al testigo, se le había otorgado medidas de protección porque temía por su vida. Sí se confirmó que Camuña oficializará hoy un pedido de informes sobre cómo se produjo el escape.