El macrismo tucumano coincidió en que sí se pudo. En sólo dos meses trepó casi 10 puntos respecto del resultado de las primarias (de un 25% a un 34%). Pudo retener las dos bancas que Juntos por el Cambio ponía en juego en la Cámara de Diputados. Pudo consolidarse como la principal oposición en Tucumán, por encima de Fuerza Republicana y mucho más de Consenso Federal. Y, a pesar de la derrota general, pudo festejar una elección y brindar con un vaso al que vio medio lleno.
Un hotel frente al parque 9 de Julio fue el búnker donde dirigentes y funcionarios de los distintos espacios que conforman Juntos por el Cambio confluyeron para celebrar que Domingo Amaya y Lidia Ascárate estarán sentados en el Congreso a partir de diciembre. Los que estuvieron (hubo ausentes como los intendentes Germán Alfaro, Mariano Campero y Roberto Sánchez) reconocieron que costó y mucho. Que se redoblaron los esfuerzos a lo largo y a lo ancho de Tucumán, que se caminó cada barrio y ciudad de la provincia y que la ayuda de los fiscales y voluntarios fue un elemento clave para apuntalar lo que anoche se saboreaba como una victoria.
El diputado y jefe de campaña del macrismo, José Cano, levantó los brazos de Amaya y de Ascárate minutos después de las 21.15, cuando los números ya no dejaban dudas. “Después de las PASO había mucho desánimo, pero nos pusimos la campaña al hombro. Hemos crecido en votos en el interior y en la capital casi volvemos a ganar. Hubo un enorme compromiso de muchos dirigentes”, destacó el radical.
Amaya se mostró muy satisfecho por el incremento del caudal de votos y adelantó que trabajará en beneficio de la provincia y de la región. “Mi esfuerzo y mi compromiso van a estar siempre presentes. Para mí la política es una vocación y uno tiene que estar para servir a la gente, no servirse de la gente. Y comprometernos con la verdad, sin engaños”, remarcó.
A pocos metros, Ascárate se abrazaba y festejaba con cuanto dirigente se le cruzaba. El tamaño de la sonrisa que dejaba a la vista era directamente proporcional a la felicidad que portaba. “De mí pueden esperar que los siga escuchando. Tirenmé con una honda si me voy muy alto y no llegan a mí, ‘bajenmé a los hondazos’. No creo que lo haga porque a mí me gusta escuchar a la gente”, expresó la diputada electa. Respecto a cuál será el rol del Congreso con la Casa Rosada, reflexionó: “el federalismo y la división de poderes, a rajatabla. Nosotros vamos a respetar al Presidente, pero también vamos a llevar al Congreso el respeto que se merece”.
La senadora Silvia Elías de Pérez ponderó el resultado y dijo que son una oposición fuerte: “la gente puede tener la garantía de que aquí en Tucumán tiene una fuerza que va a seguir defendiendo los valores”. El legislador saliente Alberto Colombres Garmendia, en tanto, consideró que Mauricio Macri se recibió de “gran líder y político” con esta campaña. “Es el único gran responsable de esta elección”, analizó. Con mucho esfuerzo, se pudo.