Atlético pasó de empezar la Superliga con sólo tres goles a favor en las primeras ocho fechas, a estar muy cerca de tener a todos sus defensores titulares, con al menos un gol cada uno. No es que el equipo ahora sea un especialista en marcar, pero ha mejorado claramente en ese aspecto, tanto que tres de sus integrantes de la línea de cuatro del fondo ya marcaron y ahora irán por el póker.
El agónico tiro libre de Fabián Monzón con el que el “Decano” le ganó a Banfield hace una semana, sirvió para concretar el segundo triunfo en fila del equipo y dejar servida esta extraña marca.
El lateral izquierdo, entonces, cumplía con su cometido: hacer un gol viniendo desde la defensa. El cometido que ya había cumplido Bruno Bianchi ante Godoy Cruz y Marcelo Ortiz ante Arsenal. Para colmo, no se trata de goles aislados, son goles que significaron directamente tres puntos para Atlético.
¿Cuál es el único defensor que falta hacerlo en este torneo? Jonathan Cabral. “Yo estoy para marcar”, se ataja el defensor pero está al tanto de su capacidad para completar el cuarteto. “El último fue contra Gimnasia de La Plata, en enero”, recuerda Cabral en lo que había sido un potente cabezazo que se coló entre las piernas del arquero “tripero” en ese momento. Atlético también se retiró ganador de ese duelo (por 4 a 1) en lo que ya parece ser una cábala: si marca un defensor, el triunfo está asegurado.
Y no es que al equipo le sobren goles. Recién en estas fechas reaccionó ofensivamente y pudo empezar a marcar de a dos como el mismo duelo ante Banfield y el 2-1 sobre Talleres.
Los defensores se suman a los delanteros Leandro Díaz, que también despertó en esa serie de partidos, Javier Toledo (marcó sólo por Copa Argentina). En cuanto a los volantes, Ramiro Carrera por ahora es el único de esa zona que pudo anotar.
Ahora bien, ¿cómo hicieron los defensores para llegar al gol? Bianchi era parte de un equipo que había subido en su totalidad al área rival ya que se jugaban los segundos finales del partido ante el “Tomba”. Recibió en el área y a pesar de que pudo haber querido tirar centro, se clavó en el ángulo.
Ortiz subió para cabecear en un córner en el que se elevó más alto que todos y adelantó a su equipo en el marcador. El de Monzón está más fresco: con el partido 1-1, el defensor primereó a Gonzalo Castellani que también estaba parado como para patear. Le pegó de una y el resto es historia conocida. ¿Y el de Cabral? ¿Cómo será el de Cabral?, se preguntan los hinchas “decanos”.