Y finalmente llegó el domingo, la hora de tomar la decisión. Llegó uno de los momentos más importantes de la democracia, cuando nosotros ejercemos la libertad de votar y tomar las decisiones.
No llegamos con la alegría que nos gustaría llegar. Llegamos con angustias, peleas, tensiones. La verdad que es innecesario. Los candidatos nos llevaron a este momento.
El lunes, cuando vos ya hayas tomado todas las decisiones, va a ser igual que hoy. Te vas a levantar para ir a trabajar, vos vas a seguir estudiando, vos vas a seguir sin trabajo, vos vas a seguir con los bolsillos flacos.
Vas a estar igual que hoy: la varita mágica de las campañas no hacen milagros.
El problema no es como los dibujaron durante la campaña: culpables unos o culpables otros. La situación del país tiene muchas décadas, muchos responsables, distintos colores políticos.
El lunes va a ser un día más, igual que siempre. Por supuesto que estarán contentos los que votaron por los ganadores y tristes los que no ganaron. Pero la situación seguirá siendo la misma y seguirá siendo la misma la posición de los dirigentes.
Una prueba de eso la tuvimos hace pocos días en el Concejo Deliberante. Los dirigentes, por sus ambiciones, por sus intereses, por cuestiones personales, decidieron que lo que usted había elegido, a la hora de definir las autoridades, no era necesario que se respetara como usted había votado. Así es la política.
Lo importante es que el domingo ejerzamos nuestro derecho, con toda la libertad y con toda la alegría. Hasta el próximo domingo.