Al igual que el intendente, Germán Alfaro, los concejales aliados a la Municipalidad no toleran perder. Por eso, los seis integrantes de la bancada acordaron que expondrían públicamente la alianza de los espacios de oposición a la Municipalidad y que luego se retirarían del recinto. Así, el peronista Fernando Juri fue elegido presidente del cuerpo vecinal gracias a los ocho votos de la bancada del Frente de Todos y a los cuatro de Fuerza Republicana.
“Estamos en un teatro, acá muchas veces vine a ver comedias. Estamos viendo ahora una tragicomedia, una comedia dramática. Tiene de todo, un poco de humor, de sufrimiento y romance. Es esto que estamos viendo con (el gobernador Juan) Manzur y con (el legislador Ricardo) Bussi”, dijo el radical José “Lucho” Argañaraz cuando votaba la fórmula que propuso el peronista Ernesto Nagle: Juri presidente, Sara Assán para vicepresidenta primera y el bussista Eduardo Verón Guerra de vicepresidente segundo.
“Se está violentando la voluntad popular, no queremos ser acompañantes de un cortejo fúnebre. Nos vamos”, completó Argañaraz, en medio de los gritos de la barra que arengaba al edil Daniel Alfaro, primo hermano del intendente. Los seis alfaristas se marcharon del teatro San Martín, donde se realizó la sesión preparatoria en la que asumieron los ediles con mandato hasta 2023.
Nagle, cejas arqueadas, dedos apretados y entrelazados, parecía furioso: “nosotros no apoyamos a un espacio político que tiene (al presidente) Mauricio Macri”. Funcionarios provinciales, legisladores peronistas y familiares de los concejales taparon el bullicio de la hinchada alfarista cantando “vamos a volver”, estirando las vocales abiertas.
Formas de apreciar
El Concejo Deliberante está conformado por 18 bancas. La primera minoría es el peronismo manzurista, con ocho miembros: Juri, Assán, Nagle, David Mizrahi, Alejandro Figueroa, José Luis Coronel, Emiliano Vargas Aignasse y Gonzalo Carrillo Leito. Mizrahi y Figueroa, que habían sido electos por el espacio alperovichista Hacemos Tucumán, confirmaron su retorno a las filas del peronismo manzurista.
Los aliados a la Municipalidad tienen seis bancas para el segundo mandato de Alfaro como intendente: Rodolfo “Johny” Ávila, “Lucho” Argañaraz, Alfaro, Alfredo Toscano, Cristian Petersen y Agustín Romano Norri.
El bussismo, a su vez, ocupa cuatro bancas: Verón Guerra, Ramiro Ortega, Liliana Leiva y María Belén Espinoza. Si los concejales opositores a la Municipalidad se abroquelan, suman 12 votos, la mayoría especial necesaria para sancionar funcionarios y rechazar vetos.
Cuando comenzó la sesión, Nagle levantó la mano y pidió que se vote la fórmula completa: presidente y las vicepresidencias primera y segunda. Romano Norri, en cambio, pidió que se elija cada fórmula por separado. Como había dos mociones, se debía optar por una de ellas. El peronismo y el bussismo se unió, sumó 12 votos, y se impuso la votación de los tres cargos en conjunto. El resultado anticipó el resultado final. Nagle propuso a Juri, Assán y Verón Guerra para presidir el cuerpo y pidió que la votación sea a mano alzada (por signos). Los secretarios del cuerpo explicaron que la norma expresa que la elección de autoridades sea nominal.
En el recinto, Argañaraz expuso otra lectura, por la que al alfarismo le corresponde al primera minoría. “Los concejales que llevamos en la boleta a Silvia Elías para gobernadora y a Germán Alfaro de intendente, obtuvimos seis bancas. El espacio que llevaba en las boletas como candidato a gobernador a Juan Manzur y de intendente a Mario Leito, obtuvo seis lugares. El bussismo, con Ricardo Bussi para gobernador y Nadima Pecci para intendenta, se quedó con cuatro bancas. Y el espacio que llevaba a José Alperovich para gobernador y a Juan Luis Pérez para intendente, obtuvo dos bancas. Por eso, y porque en los cuerpos legislativos se conviene que la conducción tenga el mismo color político que el ejecutivo, deberíamos integrar la mesa”, había razonado Argañaraz, mientras Nagle y Carrillo Leito lo miraban fijo. “Están dejando excluida a la primera minoría. No se respeta la voluntad popular”, levantó la voz Argañaraz. “No me falte el respeto, concejal”, le gritó Nagle. “Se esta violentando la voluntad popular, no queremos ser acompañantes de un cortejo fúnebre, nos vamos”, completó Argañaraz, dirigiéndose a Juri, quien presidía la sesión de manera provisoria, por tratarse del edil de mayor edad.
“Es una total falta de respeto de todo el espacio Cambiemos. No es posible que se diga que es un día triste, es un día democrático: estamos ejerciendo la democracia. Se está legitimando el voto popular. Que siga la votación”, pidió Nagle y afirmó fuerte su voto afirmativo. Entre el público, el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin aplaudía a raudales.
“Ven que no les dan los números y piensan que no estamos dispuestos a conversar. El diálogo nunca va a faltar a este Concejo”, justificó su voto Vargas Aignasse.
“Es lamentable este episodio. No nos sorprende, venimos de cuatro años de alfarismo. Argañaraz fue el único entre los 18 ediles que había votado a favor del aborto en el Concejo. Agradezco a los concejales que nos invitaron a la mesa, porque somos oposición. Y por lo tanto controlamos al intendente. Somos amigos del diálogo pero con respeto”, dijo Verón Guerra, y despertó el aplauso del peronismo. Con su voto, se confirmó el resultado: Juri, Assán y Verón Guerra se impusieron como autoridades del recinto.
El ministro de Gobierno provincial, Regino Amado, subió al escenario para tomar juramento como presidente a Juri. “La gente espera mucho de nosotros. Estamos dispuestos al diálogo, priorizaremos el bienestar de la gente. Siempre digo que las cosas no son así, están así. Si están así y no son así, las podemos cambiar. En la democracia hay mayorías y minorías. Dios y la virgen bendigan esta gestión”, cerró Juri la sesión en la que asumió como segunda autoridad de la capital.