Nueve partidos jugados, seis ganadores, dos empatados, uno solo perdido; 16 goles a favor y nada más que seis en contra. La campaña de San Martín hasta ahora muy buena. Con un partido menos, se subió a la cima de la zona B y hasta ahora (en cinco partidos) nadie pudo convertirle en La Ciudadela. El agónico empate que rescató Tigre en Junín, 1 a 1 con Sarmiento gracias a un gol del “Chino” Luna en el último minuto, le permite a los tucumanos compartir el liderazgo con el equipo de Junín, pero el jueves puede quedar sin compañía ya que jugará el partido pendiente de la primera fecha contra Almagro.
Favio Orsi y Sergio Gómez, los “padres” de un equipo que comienza a ser cosa seria, se muestran cauto. Tanto en la abundancia como en la pobreza, ellos prefieren el perfil bajo; por eso, ayer durante la conferencia de prensa celebraron la victoria pero le bajaron un poco el tenor a la euforia general. “Esto recién arranca. La construcción de un grupo es como en la pareja; hay que hacerlo día a día porque si uno cree que ya está, ahí es cuando empieza a errar”, explicó Orsi que cuando la mano venga mal, será fundamental lo grupal. “En los momentos malos tiene que aparecer el grupo; es ahí donde se lo necesita . Mientras la pelota entre en el arco rival y los resultados acompañen, todo va ser lindo”.
San Martín pisoteó a Rafaela, su “bestia negra”El DT considera que Atlético de Rafaela fue el rival que más complicó al “Santo” en el campeonato. “Veníamos de un gran rendimiento jugando de visitante, ante un rival que hasta ese momento no había perdido y debíamos ratificarlo en casa, jugando con mucha personalidad. No fue fácil, todo lo contrario. Fue el más complicado de todos”, aseguró el entrenador.
El equipo tuvo la virtud de no perder la cabeza pese a que en la primera mitad no había podido quebrar a su rival. Y en eso, tuvo mucho que ver Luciano Pons, quien pasa por un gran momento y con sus goles le allana el camino a su equipo. “Me pone contento su nivel. Luciano es muy buena persona, buena gente. Hizo goles en todas las categorías que jugó. Tiene humildad y ganas de seguir aprendiendo. Tanto él como sus compañeros merecen lo que están viviendo”, aseguró Gómez.
San Martín se adapta a múltiples situaciones. Sabe cuando debe acelerar, cuando hacer la pausa o cuando refugiarse. Eso fue la impronta que le imprimió la dupla. “Esa es la idea. Todos los partidos son diferentes y lo ideal es ir construyéndolo a cada uno. Hay que estar concentrados y hacer lo que pide cada momento”, dijo Gómez.
El equipo se muestra sólido, llegó a la cima pero los entrenadores no piensan marearse. “Hay que seguir enfocados como lo venimos haciendo”, rematan sabiendo que queda mucho camino por recorrer.