Aunque los reflectores apuntan todos al domingo 27, cuando se resolverá el futuro institucional del país, hay otras definiciones que se gestan entre bambalinas. Una de esas, trascendente, terminará con la estructura de poder dentro de la nueva composición legislativa.
Los 49 parlamentarios electos el 9 de junio jurarán en sus cargos el lunes 28; es decir, un día después del domingo en el que se elegirán presidente y vice, y cinco diputados por Tucumán.
Se lanza la carrera por el sillón más deseado por la oposición en la LegislaturaHasta ese día, el oficialismo deberá resolver primero cómo se conformará la mesa de conducción de la Cámara. Los cargos más codiciados son los de presidente subrogante (tercero en la línea sucesoria de la Provincia), y las vicepresidencias primera y segunda. En este mandato que finaliza, el vicegobernador Osvaldo Jaldo optó por dar lugar a la oposición en la mesa: el radical Ariel García, que anoche blanqueó su apoyo a la fórmula peronista en estos comicios nacionales, ocupó la vice segunda. Al no tener reelección, esa silla quedará vacante.
Lógicamente, para la presidencia subrogante y la vice primera, la puja se centrará entre referentes del peronismo. Regino Amado, Juan Antonio Ruiz Olivares y Sergio Mansilla prestan atención a lo que puedan resolver Juan Manzur y Jaldo. Para la segunda, la discusión ya involucra a la oposición.
El bloque más numeroso es el que conformará Fuerza Republicana, que obtuvo ocho bancas. Le sigue la coalición Vamos Tucumán, con seis escaños. El problema de este espacio es que la mayoría de los electos responden a acoples y no tienen una misma procedencia política. Por el radicalismo " institucional" asumirán José Canelada (reelecto) y José Ascárate. Y de la mano del Partido por la Justicia Social, del intendente Germán Alfaro, llegaron los radicales Raúl Albarracín (reelecto) y Raúl Pellegrini; y los funcionarios municipales Walter Berarducci y Federico Masso.
El intendente es consciente de que para tener peso en la discusión legislativa necesita mantener cohesionado a estos cuatro legisladores. Sin embargo, la tarea no parece sencilla porque todos tienen procedencias diferentes. De los cuatro, Berarducci y Pellegrini responden ciegamente a Alfaro.
En cambio, Masso se inclina por conformar un interbloque con los alfaristas y los radicales para así no perder la identidad de su espacio (Libres del Sur). Su decisión puede acarrear otras consecuencias, porque este movimiento se había ganado lugares en la gestión municipal. Cuenta con una subsecretaria, Yanina Muñoz, y un par de directores.
¿Qué hará Albarracín? El radical estuvo casi cuatro años ligado a Ariel García y distanciado del oficialismo radical, pero tras los comicios provinciales se acercó al macrismo. El martes, incluso, compartió acto en Concepción para apoyar al candidato Domingo Amaya con el intendente Roberto Sánchez, uno de sus históricos rivales políticos. En el alfarismo descuentan que estará en el espacio legislativo del intendente, ya que ese respaldo puede darle impulso para disputar, en 2023, la intendencia de La Perla del Sur (Sánchez ya habrá cumplido los dos mandatos constitucionales).
De cómo se estructure este espacio dependerá también la definición de Jaldo sobre la vice segunda. El tranqueño es consciente de que darle ese lugar a Ricardo Bussi, por lo que implica ese apellido en la historia provincial, puede generar demasiada repercusión y ahí surge como salida el nombre de Nadima Pecci. Si este plan A cae, crecen las expectativas del propio Alfaro de quedarse con esa silla. De hecho, colaboradores del vicegobernador y del intendente admiten que hubo algunas conversaciones ligeras entre ambos. Si Alfaro logra garantizar un grupo sólido de legisladores, quizá pueda colarse en la discusión de poder dentro de la Cámara.