Las renovaciones de autoridades traen de la mano disputas por los espacios de poder. Acuerdos insólitos. Premios y traiciones. Especulaciones hasta el último segundo. Todo puede suceder cuando se producen estas pujas en el backstage del mundo político. Y el próximo capítulo ya tiene fecha de estreno: será el martes que viene, en el teatro San Martín, donde los 18 concejales electos por la Capital votarán para elegir la mesa de autoridades del Concejo Deliberante.
Están en juego la presidencia del cuerpo vecinal y dos vicepresidencias -primera y segunda-. No hay mayorías. La primera minoría responde a la fórmula gobernante, Juan Manzur-Osvaldo Jaldo, y contabiliza ocho escaños. La segunda minoría tiene seis ediles, y está alineada a la gestión del intendente, Germán Alfaro, quien integra la coalición de Juntos por el Cambio. El tercer espacio es el bussismo, que con sus cuatro bancas tendrá un rol protagónico: hará las veces de árbitro cuando las decisiones enfrenten al bloque peronista con la alianza entre alfaristas y radicales. Ante este escenario, la elección de autoridades -que, en los hechos, impone el orden de sucesión en el Ejecutivo municipal- cuenta con tantos condimentos como en 2015, cuando el sindicalista Javier Aybar se quedó con el sillón más importante, luego de aceptar una oferta del alfarismo aunque había sido electo con un acople afín a Manzur.
Por eso, el martes próximo, cada voto valdrá oro. La importancia es tal que cuatro legisladores dejarán esas bancas ocho días antes de que caduquen sus mandatos. Tres oficialistas, Fernando Juri (presidente subrogante de la Legislatura), Sara Assán (presidenta de la comisión de Niñez, Adolescencia y Familia, hija del funcionario manzurista Carlos “Alito” Assán), Emiliano Vargas Aignasse (hermano de la secretaria de Gobierno, Carolina Vargas Aignasse); y el alfarista Alfredo Toscano confirmaron a LA GACETA que están haciendo sus respectivos trámites para que las renuncias estén vigentes al momento de prestar juramento.
Aunque ninguno quiso aventurarse a especular cómo quedará integrada la mesa de conducción, las versiones anticipan distintas variantes, incluso dentro del propio oficialismo provincial. Todo indica, sin embargo, que la cuestión será dirimida por el propio gobernador. Incluso se habla de que el vicegobernador le cedería la decisión final al jefe del PE. En Juntos por el Cambio, por su parte, también se reservan algunas cartas.
Nombres en pugna
En el peronismo afín a Casa de Gobierno hay tres nombres que suman fuerza para ocupar la presidencia del cuerpo. Juri es uno de ellos: los concejales de la bancada Tucumán Crece-PJ destacan al actual presidente subrogante de la Legislatura como potencial presidente del Concejo, fundamentalmente por su trayectoria. Fue vicegobernador de José Alperovich (2003-2007) y legislador por ocho años, los últimos dos como tercera autoridad provincial. Otros dos dirigentes de la capital se recortan para la puja: la legisladora Assán y el ex concejal Ernesto Nagle, que en el último tiempo se mostró muy cercano a los hermanos Gabriel y Pablo Yedlin, ministro de Desarrollo Social y diputado nacional.
Tanto en el peronismo como en el alfarismo dan por sentado que la decisión de Manzur para proponer un presidente del Concejo marcará la relación de la Casa de Gobierno con la Municipalidad hasta 2023: si prima la institucionalidad, Juri será el elegido. Si el escenario asoma tenso, la elección se inclinaría por Assán o Nagle.
Lo que sí está definido es que los concejales que fueron electos por el alperovichista Hacemos Tucumán sí integrarán el bloque Tucumán Crece-PJ: David Mizrahi y Alejandro Figueroa.
Propuesta a definir
En el grupo alineado a Alfaro aún no hubo reuniones para avanzar con una estrategia para la sesión de la semana que viene. Algunos ediles prontos a asumir entienden que, por representación, lo lógico sería que la presidencia fuera del PJ, la vicepresidencia primera quedara en manos del alfarismo y la segunda vicepresidencia, del bussismo. Aunque como entienden que esa lógica no será considerada, adelantaron que durante el fin de semana se producirán las reuniones para proponer una mesa de conducción. Es posible que le ofrezcan el sillón principal al republicano Eduardo Verón Guerra, para así quedarse con la “vice”.
En el bussismo, que elevará la cantidad de bancas de dos a cuatro respecto al periodo anterior, informaron que no tuvieron diálogo ni con el peronismo ni con el alfarismo. “Eso puede significar dos cosas: uno de los espacios ya tiene 10 votos para imponerse o aún no hubo aproximaciones”, apuntaron desde Fuerza Republicana. Luego explicaron que -en principio- apoyarían una mesa de autoridades opositora a la Municipalidad.
Alternativas para la presidencia
1- En principio, las versiones indicaban que el legislador saliente Fernando Juri contaba con fuertes chances de asumir como presidente del Concejo.
2- Otra alternativa que sumó fuerza en las últimas horas tiene a Ernesto Nagle, ex concejal y cercano a los hermanos Yedlin, como posible titular del Concejo.
3- Sara Assán, cuyo “acople” fue estratégico para la fórmula Manzur-Jaldo en la Capital, también está anotada en la disputa por el sillón principal.
4- En la alianza alfarista-radical tienen la idea de ofrecerle la conducción a Verón Guerra, para invitar al bussismo a no apoyar la propuesta oficialista.
Ganó Aybar
Alfaro “le robó” un edil a la oposición
Hace unos cuatro años, en la previa a la asunción de los 18 concejales de la Capital, un suceso inesperado cambió el escenario político en la Municipalidad. Todo indicaba que la peronista Carolina Vargas Aignasse iba a quedar como presidenta del cuerpo vecinal, secundada por Dante Loza y por el bussita Eduardo Verón Guerra. Sin embargo, el alfarismo le hizo al concejal decano Javier Aybar, quien había sido electo por el oficialismo, una seductora oferta: lo proponían para presidente, acompañado con Raúl Pellegrini y Roberto Ávila. Como la votación había quedado empatada nueve a nueve, le tocaba desempatar a Aybar, quien presidía la sesión preparatoria por ser el edil de mayor edad: votó la mesa que integraba y así el alfarismo le arrebató la mesa del Concejo.