En los últimos años se observa que los productores están sembrando variedades muy viejas y que la disidencia genética de la “roya amarilla” es muy limitada en las variedades. En estas parcelas, se puede ver el comportamiento de cada variedad frente a las enfermedades y cuáles son las más susceptibles a ella. La idea es que los productores tengan más alternativas para comprar el año que viene semilla nueva y poder sembrar.

Desde la Sección Fitopatología, las ingenieras Victoria González y Catalina Aguaysol, y el doctor Sebastián Reznikov comentaron sobre el estado sanitario de las muestras de trigo ingresadas en su laboratorio, y de las evaluaciones de los ensayos de variedades de trigo frente a “roya amarilla” realizados en la Subestación Overo Pozo, departamento Cruz Alta.

La campaña 2019, inició con la presencia de “roya amarilla o estriada”, causada por el hongo Puccinia striiformis f. sp. tritici, en Tucumán y zonas de influencia (sur de Salta, oeste de Santiago del Estero y sudeste de Catamarca). Esta patología está ampliamente distribuida por el mundo, y produce las mayores pérdidas en el cultivo de trigo. Tiene gran capacidad de dispersión: puede causar infecciones sucesivas de un campo a otro, a lo largo de las estaciones. y por ser una enfermedad policíclica. El síntoma de “roya amarilla” se manifiesta mediante la formación de pústulas que se disponen normalmente alineadas a lo largo de la nervadura de la hoja, formando lesiones alargadas (estrías) de 0,5 a 1 mm de longitud. Las pústulas (uredosoros) rompen la cutícula para desprender las esporas (urediniósporas o uredósporas), de color amarillo, aspecto característico del patógeno. El tamaño y la longitud de las estrías dependerá del tipo de infección y susceptibilidad varietal. Los síntomas aparecen en las hojas basales y superiores, y en un estado avanzado las hojas se secan de forma prematura.

La ingeniera Aguaysol subrayó que, durante la presente campaña se recibieron, en el laboratorio, 251 muestras de trigo para identificar “roya amarilla”. La primera detección fue realizada el 18 de julio, en una muestra proveniente de un lote comercial en el departamento Cruz Alta. El comportamiento frente a esta enfermedad fue diferencial en los diferentes cultivares evaluados. Las muestras positivas para “roya amarilla” alcanzaron valores de incidencia de entre 30% y 100%, y niveles de severidad de hasta un 80%.

En esas mismas muestras se detectó, con niveles de incidencia y severidad bajos, la presencia de “roya naranja”, “bacteriosis” y “mancha amarilla”. Los diagnósticos se realizaron entre julio y hasta la primera semana de setiembre, en diferentes estados fenológicos desde macollaje; la “roya amarilla o estriada” es la prevalente.

El doctor Reznikov, por su parte, detalló las evaluaciones realizadas en variedades comerciales de trigos cortos e intermedios cortos, largos e intermedios largos y candeales; se analizaron en el estado fenológico Z32, correspondiente a la elongación del tallo, segundo nudo detectable. Se observó un comportamiento diferencial de las variedades frente a este patógeno, con incidencia de “roya amarilla” que osciló entre 1% y 100%. En las evaluaciones, los trigos candeales presentaron baja incidencia de 1% a 20%, y severidades de 1% a 10%, con respecto a los cortos y largos.

La ingeniera González dejó recomendaciones sobre “roya amarilla”: Se remarcó la importancia de monitorear los lotes sembrados tempranos con variedades susceptibles, y estar atentos a las condiciones ambientales óptimas para el desarrollo de la enfermedad: roció (mínimo de tres horas) y temperaturas frescas (hasta 17°C).