En julio de 2007, Luis Rafael Piccinetti declaró por primera vez en el caso del crimen de José Salas, el productor de Trancas. Han pasado 12 años de aquella vez que estuvo hablando más de tres horas frente a un instructor. Tras haber estado prófugo más de ocho años y haber sido capturado en Bolivia y traído a Tucumán hace pocos días, sus dichos aún sirven para aclarar qué sucedió en esa localidad. Los puntos más sobresalientes de su indagatoria fueron estos:
1. El día que eligió instalarse en Trancas
Piccinetti se estableció en esa ciudad casi de casualidad. Todo comenzó con una salida familiar al balneario El Boyero. “Cuando estaba en ese lugar descubrí que había mucha gente corriendo o haciendo ejercicio. Me llamó la atención. Después averigüé que la ciudad no tenía un gimnasio. Entonces decidí instalar uno”, relató en su primera declaración como imputado. Agregó: “le dije a mi esposa que buscaría un local. Me llamó la atención el grado de seguridad que había allí. Toda la gente dejaba las casas abiertas y los autos estacionados en la vereda sin llave. Eso me cautivó”.
¿Cómo reaccionó Lai al enterarse de que habían capturado a Piccinetti?2. Un proyecto exitoso
Llegó a un acuerdo con el PAMI. Le cedieron sin cargo el local y él daba clases gratuitas a los afiliados. “Me acuerdo que en dos días gané unos $ 4.850 (unos U$S 1.500 en esos tiempos)”, detalló. “Publicité el lugar entregando panfletos y la gente se agolpaba para sumarse. La inauguración fue un día lunes y estuvimos pasando música dos días seguidos. Era el sueño de mi vida”, le contó a la fiscala Adriana Giannoni.
3. El “profe” que quería ayudar a todos
Además de los afiliados del PAMI, Piccinetti decidió dar clases a chicos especiales en una escuela de esa ciudad dos veces a la semana. “Ellos eran mis mejores alumnos. Para mí eran como una terapia porque al descubrir el problema que tenían, uno se daba cuenta de que los propios no son tales”, repitió una y otra vez en su declaración. Hoy, acusado de homicidio agravado que puede pasar gran parte de su vida en una cárcel, dijo que entonces sintió la necesidad de hacer tareas solidarias. “La gente me veía como un consejero. Estaba como volado, sentía que estaba flotando, pero nunca me lo creí, no soy fanfarrón. Entonces pensé que el gimnasio debía tener otra finalidad”, declaró.
La pasión por Atlético ayudó a Piccinetti a mantenerse prófugo4. El conquistador del pueblo
Cuando se sentó a declarar en Tribunales, agrandó aún más su fama de conquistador. “Nunca la tuve en cuenta a (Silvia Raquel) Lai. Ella llegó el primer día, pero no me hacía la cabeza. Andaba con muchas chicas, pero yo quería trabajar. Me presionaban y tenía relaciones con otras chicas del gimnasio. Tuve relaciones con 30 chicas”, le dijo al instructor cuando le preguntaron cómo era su vida sentimental en Trancas. “Soy infiel por naturaleza. Al principio estaba bien con mi esposa, pero después me volé por todas esas cosas. A la mayoría de las mujeres que iban al gimnasio les hacía bromas. Las cautivaba con mi forma de ser”, describió.
5. El romance con Silvia Lai
Piccinetti contó en esos momentos cómo fue la relación que mantuvo con la mujer de la víctima del crimen. Explicó que desde su llegada a Trancas intercambiaban mensajes con Lai, pero que fue en junio de 2007 que comenzaron a salir. El encuentro se produjo un sábado en el parque 9 de Julio. “Ella ya estaba separada de su marido, dormía arriba y el marido en la cama de otro lado de la habitación. A ella la tenía agendada como Miriam y ella a mí como Prodernoa”, contó. Reconoció que ella le dio en varias oportunidades dinero para que se comprara ropa o para que adquiriera artículos para utilizar en su local. Le informó a la fiscala que hicieron el amor por primera vez el 20 de junio en una pieza del gimnasio entre las 15 y las 18. También contó que nunca pudo poner punto final a la relación porque ella no lo permitía.
Entre otros lujos, Piccinetti viajó al Mundial de Brasil6. Un ataque a la madrugada
Contó que una noche a la madrugada el productor Salas se presentó en su vivienda con un arma de fuego cuando estaba durmiendo junto a su pequeña hija. “Me golpeó la cabeza y la cara con la culata. Me hizo arrodillar, le pedí que fuéramos afuera porque no quería que mi hija viera esto”, relató. Luego, según su declaración, afuera del gimnasio mantuvieron una pelea donde se intercambiaron varios golpes. “Lo último que hizo fue pegarme un golpe en el estómago y después de escupirme, me dijo ‘¡rajá de Trancas, te vas de Trancas! Estoy harto de que la gente me diga carnero’”.
7. La pista de las deudas por los gallos
En esa declaración Piccinetti negó haber sido el autor del crimen y dijo que desconocía quién había sido el autor. Sí reconoció que Lai y otros vecinos de Trancas le habían comentado que Salas tenía graves problemas porque debía dinero por apuestas en riñas de gallos de las que participaba, especialmente en Santiago del Estero. “No lo maté, ni ella tampoco. Creo que ella me acusa por la presión de la gente. A él lo mató la mafia de los gallos. Por eso se quería ir a vivir a Bolivia, a Santa Cruz de la Sierra. Para mí fue un ajuste de cuentas”, dijo en su declaración.
Piccinetti pide $20.000 para dar un reportaje8. Los detalles del asesinato
La fiscala Giannoni, antes de que se sentara a declarar como imputado, le hizo leer la dura acusación en su contra. Según la hipótesis, el 15 de julio de 2007 Lai le suministró a Salas algún tipo de somnífero para que se durmiera profundamente, y envenenó al perro de la familia para que no generara problemas. Luego llamó a Piccinetti, le facilitó el ingreso al domicilio y con una mancuerna le asestó al productor varios golpes en la cabeza que le terminaron provocando la muerte. Para la Justicia, la pareja había planeado el crimen. Esa teoría fue irrefutable durante el juicio en el que terminaron condenando a prisión perpetua a la mujer.
9. La hipótesis de los narcos
Dos meses de haber sido detenido, Piccinetti pidió ampliar su declaración. En octubre de 2007 se presentó ante Giannoni para informar que el crimen de Salas podría haber estado vinculado a una causa narco. Elaboró esta teoría luego de que un compañero de encierro le asegurara que Salas había estado involucrado en una red de tráfico que trasladaba pasta base de cocaína desde Bolivia a Santiago del Estero. También dijo que el productor se había quedado con al menos dos kilos de la droga y que por esa razón lo habían matado. La fiscala no encontró ningún indicio que respaldara esa versión. Durante el debate tampoco se pudo probar esa hipótesis.
Una persona cobrará $500.000 de recompensa por la detención de Piccinetti10. Tensa espera en el penal de Villa Urquiza
Piccinetti se fugó en febrero de 2011, días antes de que se conociera la sentencia del juicio en su contra. Viajó a Bolivia donde permaneció oculto con otra identidad durante más de ocho años. Fue detenido por el dato que aportó una persona que recibirá una recompensa de $ 500.000. Hace 12 días que el instructor de gimnasia se encuentra alojado en el penal de Villa Urquiza. Le confirmaron que el debate se iniciará a fines de noviembre. Detrás de las rejas, según informaron fuentes del servicio penitenciario, se reencontró con viejos compañeros de encierro y está iniciando nuevas amistades. Su conducta, dicen, es ejemplar.