“Los dirigentes del Frente de Todos vinimos a ratificar el compromiso de construir una democracia federal para poner a la Argentina de pie”, las palabras del gobernador Juan Manzur fluyen desde su cuenta personal de Twitter y vienen graficadas con imágenes de abrazos y saludos efusivos entre el tucumano y el candidato a presidente, Alberto Fernández.
La reunión entre el compañero de fórmula de Cristina Fernández de Kirchner y Manzur se dio en el marco de una cumbre del Frente de Todos en Mendoza, con motivo de apoyar a la candidata a la gobernación de la provincia cuyana, Anabel Fernández Sagasti.
Fue un acto de campaña doble, decorado con un paisaje único: de espaldas a los dirigentes, la Cordillera de Los Andes y viñedos. “Junto a Matías Lammes, Axel Kicillof, Sergio Uñac, Domingo Peppo y Sergio Casas trabajamos para consolidar la #DemocraciaFederal que Argentina necesita para salir del laberinto en el que nos ha sumergido el gobierno de Macri. De la mano de Alberto lo vamos a hacer realidad”, sostuvo Manzur, que luego aplaudió efusivamente el discurso de Fernández, luego de agradecerle a Fernández Sagasti la oportunidad de hablarle a la gente.
“Espero que estos candidatos gobiernen próximamente las provincias en donde están postulados”, abrió Alberto, y siguió con una experiencia de vida, que resume lo que pretende si asume como mandatario nacional. “Suelo decir que soy un porteño muy porteño que ama la Ciudad de Buenos Aires, pero para el gusto de los porteños he salido federal, muy federal… Me preguntaban qué aprendí en los casi cinco años y medio que fui Jefe de Gabinete y siempre repetía que lo que aprendí es que la Argentina dice ser un país federal pero no lo es. Tiene un discurso federal que en realidad no ejerce”.
“Cuando empecé a recorrer y ver lo que pasa en el interior profundo de nuestro país, me puse en la cabeza de que si nosotros no cambiamos la estructura de desarrollo en la Argentina no vamos a ser nunca otra Argentina. Que si seguimos haciendo las mismas cosas, indefectiblemente vamos a tener los mismos resultados. Repetimos que Dios está en todas partes pero reside en Buenos Aires. Y la verdad que eso es ingrato que Dios haga semejante cosas con los argentina…”, prosiguió Alberto.
“Me encontré con una idea de un querido amigo que ya no está y que esbozó: que la Argentina tenga una capital federal, la ciudad de Buenos aires, pero que tenga otras capitales alternas que obligue al gobierno a salir de Buenos Aires y a llevar y conocer lo que pasa en el interior del país. Ese amigo y ese aplauso es José Manuel De la Sota”, manifestó Fernández y le agradeció a la hija del fallecido dirigente y ex gobernador de Córdoba por estar presente en el acto.
Siguiendo el mismo hilo conductor, Alberto cerró su idea. “Lo que le vengo a proponer a ustedes es sacar a Dios de la Ciudad de Buenos Aires y hacerlo circular por todo el país, para que todos los argentinos, de una vez por todas, podamos tener cerca, no solamente al presidente sino a sus ministros. Se trata de reglamentar lo que la constitución nacional ordena y que incompresiblemente nunca hemos hecho, que es crear en cada provincia una capital alterna de la Argentina y obligar al gobierno nacional a instalarse en esa provincia, para conocer in situ sus problemas y demandas”, apuntó Fernández ante la atenta mirada de Sergio Massa y otros dirigentes a nivel nacional.
Fernández expuso, además cuál es para él inconveniente de centralizar el gobierno en un solo lugar. “Uno de los grandes problemas de estar en Buenos Aires es que uno mira estadísticas no a la gente. Y cuando uno ve a la gente, recién empieza entender el conflicto. Podría contarles cuando estuve en Tucumán, el problema que padece la industria textil y las dificultades que padece cuando el planteo de sus problemas debe ser oído en Buenos Aires. Si nosotros no hacemos otra Argentina vamos a seguir repitiendo la injusticia en la Argentina. La argentina es una sola. Todos los valemos lo mismo”.