A esta altura no le queda otra que tomar el extraño y duro episodio con una pizca de humor. Un golpe en la cabeza nunca es algo mínimo, mucho menos cuando la víctima sufre pérdida de conocimiento y más aún cuando la acción se da en medio de un partido de fútbol y el “uhh”, agudo y tenebroso, que baja desde las tribunas hace más caótica la situación.

Hace 15 días Abel Luciatti paralizó varios corazones en La Ciudadela, en especial los de su mamá y su novia, quienes estaban en el estadio y casi entran en un shock nervioso. “Se asustaron mucho”, avisa el defensor ya listo para volver a las canchas luego del susto.

En el juego contra Villa Dálmine, Luciatti fue a buscar una pelota en las alturas con tanta mala suerte que se topó con Rodrigo Moreira. Sus cabezas impactaron con fuerzas y el ex Platense de derrumbó. Quiso pararse al instante pero su inestabilidad era la propia de un boxeador al borde del KO. “No me acuerdo nada de ese momento”, le cuenta Luciatti a LG Deportiva con una sonrisa que deja en claro que lo peor ya pasó. “Sólo recuerdo cosas que pasaron antes de esa jugada. De ahí mi cabeza da un salto hasta el momento en el que iba en la ambulancia camino al sanatorio. Hay un lapso de tiempo, que no sé cuántos minutos serán, que no me acuerdo nada de nada”, agrega.

El video del choque entre Moreira y Luciatti, que pasará la noche internado

Tras esa situación, el zaguero quedó internado en observación durante 24 horas y fue sometido a los clásicos estudios de rigor cuando pasan este tipo de situaciones. “Por suerte todo (la tomografía computada y el electroencefalograma) salió 10 puntos. Ya pasó, hice preocupar nomás; estoy de 10”, ríe el central que está listo para volver a la titularidad en el duelo contra Riestra y al que la desafortunada acción le dejó una marca arriba de su ceja izquierda que llevará de por vida.

Pasaron los días y el zaguero recibió el alta. Desde ese momento comenzó a hacer todo lo que estaba a su alcance para tratar de volver al ruedo lo antes posible. Pero los plazos no le dieron y debió seguir el juego ante Sarmiento a la distancia. “A ese partido lo sufrí desde afuera. Creo que Sarmiento sólo hizo los goles, nosotros no jugamos tan mal. Pero ya está, ahora hay que seguir creciendo y volver a ganar en casa. Eso acomodará todas las cosas”, remata dejando en claro que está al 100%. “Desde que me dieron el alta comencé a trabajar en lo físico con el ‘profe’. Fueron pocos días por lo que en ese aspecto no perdí demasiado terreno. Estoy bien físicamente y listo para ayudar desde donde los entrenadores lo crean conveniente”.

Abel quiere ganarle a Riestra. Por estas horas no le entra otra cosa en su machucada cabeza. Entiende que cuando se da un paso atrás, lo más importante es hacer dos hacia adelante, por lo que cree que una victoria dejará todo listo para seguir adelante en busca del objetivo grupal. “En este partido sólo debemos pensar en ganar. Cada vez que perdés tenés que levantarte rápido. Es obvio que todos queremos jugar bien, pero ahora más que nunca debemos ganar. Eso nos permitirá seguir prendidos en el torneo y levantarnos de la última derrota”, sentencia Luciatti, que recuerda poco del pasado y sólo mira hacia el futuro.