El conflicto laboral entre la cadena de supermercados Emilio Luque y sus trabajadores llegó a su máxima tensión. Ayer, “cansados de tantas mentiras” -dijeron-, bloquearon el ingreso al canchón del ingenio Concepción, en Banda del Río Salí, propiedad del grupo empresario, y se enfrentaron con dirigentes sindicales y obreros de la fábrica. Estos últimos temían que ante la imposibilidad de ingreso de los camiones falte caña para los trapiches y se detenga la producción. “Eso nos afecta también a nosotros y peligraría nuestra fuente de trabajo”, esgrimieron los trabajadores azucareros.

En la mañana de ayer hubo una reunión entre el empresario Emilio Luque, los delegados de los supermercados y los dirigentes del Sindicato de Empleados y Obreros del Comercio (SEOC), encabezados por el secretario Roque Brito, ocasión en que acordaron una nueva instancia para el pago de los salarios de junio y de julio. Según los sindicalistas, la promesa fue que esa deuda será cancelada entre octubre y diciembre.

Sin embargo, la poca credibilidad y tolerancia de los empleados del supermercado después de “tantas promesas incumplidas”, como aseguró Cristian Ruiz, los movilizó a bloquear el ingreso de los camiones con caña al ingenio Concepción, del Grupo Luque, como lo habían concretado los primeros días de agosto en los portones de acceso a la fábrica de harina y fideos, también propiedad de la familia Luque.

“Se supone que tendríamos que haber cobrado hasta julio. Y ahora nos quiere llevar hasta octubre. Nosotros queremos cobrar lo antes posible. Esto no da para más, nos viven mintiendo. Y para colmo el sindicato no nos apoya como nosotros esperábamos”, remarcaron Nicolás Contreras (Luque de la Benjamín Araóz), Jorge Huerta (de la Belgrano) y Ruiz (de Los Vázquez).

Por esos motivos, dicen que se autoconvocaron para protestar en el ingenio de Banda del Río Salí, donde permanecieron ayer desde las 11 aproximadamente, hasta las 20.

A esa hora, luego de dos reuniones más con Luque, llegó Marcelo Jiménez, representante de los manifestantes en esta negociación, quien explicó al centenar de compañeros que lo esperaban que “no había demasiadas novedades” para contarles.

“No tiene un peso”

El trabajador reiteró al inicio que se mantenía la promesa del pago de junio y julio en octubre, como había adelantado Brito, con la recaudación que le dejará a Luque la producción de azúcar y de alcohol del ingenio Concepción. “Dice que en estos momentos no tiene un peso ni de dónde obtenerlo a través de un crédito”.

Apuntó luego que se abrió la instancia del retiro voluntario a partir de octubre, con una indemnización (no aclaró el porcentaje) pagadera en 18 cuotas, y que para los empleados de la cadena del supermercado estaba disponible mercadería por valor de $ 3.000 para cada uno, con un descuento del 10%.

También mencionó que podían llevarse a cuenta del salario adeudado, electrodomésticos con descuento.

En ese momento, en la improvisada asamblea, los trabajadores cuestionaron la falta de avance en las negociaciones, y responsabilizaron al sindicato por no obtener resultados concretos sobre sus reclamos.

Finalmente, decidieron levantar la medida de fuerza y convocarse para hoy, en la Plaza Independencia, para marchar luego hacia la sede del SEOC y también hacia Los Vázquez. Allí, donde tiene Luque sus oficinas administrativas, fueron citados los delegados por el empresario, para las 10.

Cara a cara

Ayer, dirigentes de la Fotia y trabajadores del ingenio Concepción se enfrentaron con sus pares de la cadena de supermercados en las puertas del ingreso al canchón de la fábrica azucarera, debido a que se impedía el ingreso de camiones con caña a la planta de la Banda del Río Salí. Mientras lo confirmaba a LA GACETA el secretario de Trabajo y titular de Fotia, Roberto Palina, la tensión iba creciendo entre gritos e insultos.

Los trabajadores del ingenio no aceptaban la modalidad de protesta, ya que la falta de ingreso de caña al ingenio más grande de Tucumán obligaría a paralizar la zafra. “No queremos perder nuestro trabajo”, se quejaron los obreros de la planta industrial.

A su vez, algunos de los empleados del supermercado denunciaron “aprietes”, “amedrentamiento”, y hasta “promesa de paliza” si no despejaban el portón. “Les dijimos que si lo hacían, hoy nos podían ganar; pero mañana íbamos a venir los 1.200 empleados que están en conflicto para igualar las fuerzas”, reveló un trabajador que pidió reserva sobre su nombre. “Menos mal que entendieron que esta es nuestra única manera de hacer sentir la protesta, que no es contra ellos, y por eso no pasó a mayores; nuestro gremio, directamente se borró en esta manifestación”, apuntó.

SIN OBRA SOCIAL

“La empresa Luque no realiza los aportes”

Cristian Ruiz, uno de los trabajadores del supermercado Luque, dijo a LA GACETA que la gran mayoría de sus compañeros no tiene obra social, porque la empresa no realizó los aportes correspondientes. Apuntó que tampoco se puede precisar cuánto hace que no se depositan los aportes para la jubilación. “En mi caso, tengo una hija discapacitada, y a veces no tengo dinero para trasladarla para su atención”, señaló.