Con una diferencia aún mayor que en la fórmula presidencial, el ex ministro de Economía Axel Kicillof se llevó la victoria como precandidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires. En las elecciones primarias, el peronista superó por 17 puntos (con un 86% de mesas escrutadas) a la gobernadora macrista, María Eugenia Vidal, que quedó en un lejano segundo lugar en el distrito más poblado del país.
El candidato del Frente de Todos destacó que la campaña se hizo “de abajo hacia arriba”. “Ustedes saben que esta ha sido una campaña muy desigual. Por lo pronto, a nosotros nos tocó recorrer toda la provincia. Fueron 44 meses, más de 80.000 kilómetros, pero, miren, lo importante y lo que a mí me llena de orgullo es que en esta campaña no se gastaron millones de pesos en publicidad, no se mintió; en esta campaña no se agredió; en esta campaña no se acusó. Fue una campaña que además contó con muchísima ayuda y en la que todos aprendimos muchísimo”, dijo Kicillof ante una multitud que lo vitoreaba en el centro de convenciones ubicado en Chacarita.
Allí se encontraban, apenas se supo que la tendencia era irreversible, Máximo Kirchner, quien abrió la tanda de discursos y agradeció al pueblo por votar en paz en un “sía de fiesta”; Sergio Massa, quien destacó el trabajo que se forjó por la unidad del peronismo, y Verónica Magario, intendenta de la Matanza, entre otros, mientras esperab an la llegada de Alberto Fernández.
Massa le dio lugar en los discursos a Kicillof, quien tras su breve discurso hizo un lugar para los agradecimientos. “En primer lugar, a Cristina Fernández de Kirchner; en segundo, al compañero Alberto Fernández; en tercero, a mi compañera Verónica Magario… Esta campaña se hizo desde abajo hacia arriba”. Dijo que “la mayoría de los bonaerenses quiere una provincia distinta, quiere una provincia con otras prioridades. Nos abrieron sus casas, queremos representar absolutamente a todos. No tengan ninguna duda”.