Un lunes de bajada de línea. El gobernador, Juan Manzur, dedicó la mañana de ayer a tres encuentros con dirigentes y autoridades peronistas para organizar el trabajo electoral para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo. El objetivo fue remarcado varias veces en cada una de las reuniones: que el binomio presidencial de Frente de Todos, Todas y Todes, Alberto Fernández y Cristina Fernández, obtenga un triunfo abultado y que Tucumán sea un bastión del sello Fernández-Fernández.
La agenda estipuló a las 8.15 la reunión con los intendentes del espacio, a las 11 con comisionados rurales y a las 12.30 con dirigentes de la capital, entre los que había legisladores, concejales, funcionarios y referentes territoriales. Todos los encuentros fueron en Casa de Gobierno, entre el Salón Blanco y el antedespacho de la Gobernación. La única actividad sin proselitismo fue a las 9, con miembros del Clúster Tecnológico, una cámara de firmas dedicadas al desarrollo de software y proveedoras de servicios informáticos.
Participantes de las tres reuniones explicaron a LA GACETA que Manzur, acompañado por el vicegobernador Osvaldo Jaldo, pidió un esfuerzo más a los dirigentes y se supere el porcentaje del triunfo provincial obtenido el 9 de junio. Los anfitriones de los mitines explicaron que la campaña para las PASO había sido muy corta, en gran medida por la “resaca” que dejó la elección para renovar todos los cargos electivos provinciales en junio. “Ni siquiera hubo tiempo para levantar la mano a los precandidatos a diputado por nuestra lista, ni para hacer un acto grande por ciudad”, agregaron en referencia a la nómina de Mario Leito, Mabel Carrizo, Carlos Cisneros, Graciela Gutiérrez y Agustín Fernández.
En las reuniones, Manzur le dedicó extensos párrafos a enumerar las medidas del Gobierno nacional de Mauricio Macri, con énfasis en indicadores económicos sobre el panorama regional y nacional.
Al mediodía, cuando fue el turno de los dirigentes de la capital, Manzur y Jaldo hablaron fundamentalmente de logística: en base al esquema de fiscales de mesa de las elecciones provinciales, cada dirigente abarcaría un circuito. Se explicó que las viandas para los fiscales correrían por cuenta del partido y que se fijaría un promedio de $ 1.000 para cada uno. La “movilización” quedará a discreción: “expresamente nos dijeron que cada uno definiría cómo trabajar. Por ejemplo, pondré autos para llevar gente a votar si los vecinos me lo piden”, explicó en off un dirigente de peso en barrios del norte de la ciudad.
Algunos de los invitados en la última reunión fueron Carlos Assán, Carolina Vargas Aignasse, Javier Morof, Ramón Santiago Cano, Christian Rodríguez, Gabriel Yedlin, Eduardo Bourlé (acompañando a Cisneros), Marcelo y Tulio Caponio, Lito Mejías, Renée Ramírez, Alfredo Quinteros, Ignacio Golobisky, Dolores Medina, José María Franco y María Belén Cruzado Sánchez. No hubo dirigentes alperovichistas invitados.
Sobre el final de este encuentro, la voz de mando quedó a cargo de Miguel Acevedo, ministro de Interior: explicó entre ayer y hoy se comunicaría con cada uno para acordar la distribución de responsabilidades (las escuelas y distritos que fiscalizaría cada uno, entre otros detalles). “Tenemos que ganar y bien, porque las oportunidades para Tucumán se darán con un cambio de Gobierno. Con cuatro años más de macrismo se profundizarán uno por uno todos los problemas económicos del país y de la provincia”, arengó Manzur, según relataron testigos de su discurso.