El gobierno nacional postergó para el próximo mes la segunda mitad del aumento en el impuesto a los combustibles líquidos que ya había prorrogado desde julio a agosto, y debía comenzar a regir ayer.
Lo hizo a través del decreto 531/2019, publicado en el Boletín Oficial, que precisó: “resulta conveniente prever una mayor gradualidad, determinando que el incremento total en los montos del impuesto originado en la actualización del mismo, surta efectos para los hechos imponibles que se perfeccionen desde el 1 de setiembre próximo”.
Los impuestos a los combustibles se actualizan por trimestre calendario sobre la base de las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC), considerando las variaciones acumuladas de ese índice desde el mes de enero de 2018, inclusive.
En mayo del año pasado se dispuso que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) actualizara los montos del impuesto en los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año, considerando, en cada caso, la variación del IPC correspondiente al trimestre calendario que finalice el mes inmediato anterior al de la actualización que se efectúe.
Las circunstancias imperantes y la necesaria estabilización de los precios ameritaron disponer en mayo último que la actualización realizada en abril de este año, surtiera efectos a partir del 1 de julio.
La evolución de las variables tenidas en cuenta también tornó oportuno morigerar el impacto de esa actualización, por lo que en junio pasado se estableció que una parte sustancial del incremento del impuesto a los combustibles surtiera efectos a partir del 1 de agosto.
Con el presente decreto, este incremento pasó para el inicio del mes próximo y se fijó en $ 0,310 por litro para la nafta sin plomo y de más de 92 RON; nafta virgen; gasolina natural o de pirolisis; solvente y aguarrás.
En tanto que se determinó en $ 0,191 por litro el aumento para el gasoil, el diésel oil y el kerosene. (Télam)