En el NOA nadie está libre de pecado. Las rutas nacionales y provinciales de Tucumán, Catamarca, Salta y Santiago del Estero no están exentas de la mezcla peligrosa de alta velocidad con animales sueltos. En Tucumán las autoridades señalaron como culpables a los pequeños productores de ganado y a los carreros que dejan deambular libre su ganado, que termina pastando al borde de las rutas. Pero también resulta evidente la insuficiente cantidad de personal involucrado en esa enorme tarea. En Catamarca, por ejemplo, los números de secuestros de ganado alarman a la Policía: en lo que va del año sacaron de las rutas unos 200 animales y esperan -con ello- superar los que retiraron el año pasado. ¿Es una problemática endémica sin solución?
La Legislatura catamarqueña creó una ley provincial (la 4.851/95) para que la Policía local tenga la facultad de retener animales sueltos y -a la vez- determina esa actividad como ilegal, que debe ser multada. “Desde hace unos cinco años esa ley recae en nosotros y trabajamos en retener ganado mayor: ovino, bovino, vacuno, caprino, mulares y asnares. Creo que es un problema muy grave que no podemos resolver. En 2017 secuestramos en los caminos unos 300 animales; en 2018, 350. En lo que va de este año, unos 200. Cada vez hay más animales sueltos. Es que hay un desinterés enorme por cuidarlos”, detalló a LA GACETA Nery Javier Martínez, jefe de la División Montada de la Policía catamarqueña.
Para realizar las tareas de prevención y despeje de ganado de los caminos de los 16 departamentos que tiene Catamarca, el área a cargo de Martínez tiene dos camiones, una camioneta y 25 agentes divididos en guardias. A diferencia de Tucumán -como confirmaron policías locales-, Martínez sí siente la ayuda de los ciudadanos y de los viajantes que llaman al 911 o al 101 para avisar que han detectado ganado mayor en las rutas.
Al pensar en soluciones, tanto la Policía como políticos catamarqueños (como publicó El Ancasti) creen que la multa para retirar a los animales de los campos donde son depositados luego de los operativos deben ser más severas. “Tiene que ser una sanción alta, para que verdaderamente sienta lo grave que es dejar un animal suelto cerca de las rutas. Los accidentes son muchos, con pérdidas humanas. En la actualidad la ley castiga con una multa del valor de 40 litros de nafta súper. Sería de unos $ 1.880. Entonces, tenemos una alta tasa de retiro: el 90% viene a buscar su ganado”, añadió Martínez. Las rutas problemáticas -sumó el policía- son la 38 y la 157 (rutas nacionales que comparten con Tucumán), además de la 60 (también nacional) y las provinciales 1, 4 y 33.
Qué pasa en Santiago
Por otra parte, en lo que respecta a la Santiago del Estero, en lo que va del año se secuestraron alrededor de 400 animales. Los trayectos más conflictivos son la ruta nacional 34 y la ruta 9 que comunica Santiago del Estero con nuestra provincia.
“En comparación con otros años logramos bajar un 60% el número de bovinos y caprinos sueltos, pero han ocurrido dos accidentes con víctimas fatales”, comentó a LA GACETA Jacinto Melean, jefe de la División Montada de la Policía santiagueña.
Los trabajos de prevención y de captura de los animales están amparados bajo la ley provincial 6.906, del Código de Faltas de la Provincia de Santiago del Estero. Para realizar el procedimiento la autoridad policial cuenta con seis camiones jaulas distribuidos en ciudades claves como capital, La Banda, Monte Quemado, Añatuya y Loreto.
Otro dato a tener en cuenta es que varios propietarios de animales son reincidentes en las faltas. “La primera recomisión es un llamado de atención y el dueño tiene derecho a retirar el animal dentro de los 15 días posteriores. Si ocurre por segunda vez, contamos con la facultad de retener y subastar públicamente el animal o, en otras oportunidades, entregárselos a alguna ONG para su cuidado”, agrega Melean.
Las multas son de aproximadamente $ 5.000 para los caballos y $ 7.000 al tratarse de vacunos. En relación con los dueños de estos animales, el comisario general Néstor Leguizamón sostiene que la mayoría son de productores o de pobladores de la zona que poseen terrenos reducidos. “Hay muchas calles y caminos internos que salen desde nuestros montes hasta la ruta. Los animales, en su mayoría caprinos, transitan por ellos hasta el límite de las zonas rurales para pastorear. Además, hay rutas como la 82, 89 y 6 que no tienen alambres que dificulten el paso”, detalla.
La problemática en Salta
En lo que refiere a los animales libres por zonas públicas, la Policía salteña se rige bajo la ley provincial N° 7.135/01 y cuenta con un sistema de postes de emergencia para que los conductores denuncien la presencia de peligros en las rutas. En especial, al tratarse de la ruta nacional 68.
“En promedio se secuestran por día 30 animales, entre ellos, equinos y vacunos. Acorde con otros años el número se mantiene pero, en lo que va del periodo, sólo se registraron tres siniestros viales”, detalló el comisario Miguel Velárdez, jefe de la División Prensa y Difusión de Salta.
Sobre las multas, a partir de 2015 una modificación en el Código Procesal Penal permitió que los fiscales de cada zona determinaran su monto, que oscila entre $ 2.000 y $ 5.000 por animal.
Además Velárdez explicó que junto a la sanción correspondiente el dueño debe abonar un adicional ($ 100 al día) por los cuidados y la alimentación de los animales durante su estadía en el corralón del cuerpo de Caballería. “De no encontrarse al propietario, el animal puede ser entregado en adopción a productores responsables que tengan fincas alejadas de las rutas y de los recorridos urbanos”, concluye.