Pasó más de un mes de la realización de los comicios provinciales, se quemaron las 3.782 urnas que se usaron, se conoce el escrutinio definitivo y quiénes fueron los electos para cubrir los 347 cargos públicos de Tucumán. Sin embargo, quedaron datos curiosos de la votación, como que hubo candidatos que no se votaron ni a sí mismos, según se desprende de los datos proporcionados por la Junta Electoral Provincial. ¿Para qué se presentaron? También, vale mencionar que hubo listas de postulantes a concejales que no se votaron en su totalidad; quedaron en deuda con ellos mismos. ¿Para qué se postularon?
Al anecdotario de las curiosidades electorales se suma que casi un 70% de partidos políticos no superó el piso del 3% que exige la ley como un requisito para su mantenimiento como estructura jurídica. Claro, no es que perderán esa condición, ya que una norma de 2014 estableció como regla de caducidad que no reúnan ese mínimo de sufragios en cinco elecciones consecutivas.
Antes sólo se consideraban tres elecciones seguidas. O sea, se prolongó la “duración” de los partidos.
Estas situaciones instan a pensar en una reforma política que considere nuevas condiciones para el fortalecimiento de los partidos políticos como estructuras centrales de la vida democrática. El debate no se puede agotar en los cuestionamientos al acople para mejorar la calidad institucional en Tucumán, las organizaciones partidarias también deben ser parte del análisis.
En nueve comunas del Este hubo candidatos que no obtuvieron ni un voto. Se trata de los postulantes de los partidos Compromiso Ciudadano Independiente de Buena Vista (proponía para comisionado rural a Diego Argañaraz), Unión y Progreso Social de Atahona (iba con Sara Juárez), Compromiso Ciudadano Independiente de Río Colorado (postulaba a Antonio Heredia), Vamos Tucumán de El Mojón (Sebastián Juárez), Movimiento de Integración Federal de Tapia (Elena Carrizo), Compromiso Ciudadano Independiente de Los Pérez (Pablo Romero), Propuesta Popular de El Bracho y El Cevilar (Daniel Torres), Unión y Progreso Social de El Puestito (Rolando Díaz) y Propuesta Popular de la misma comuna (Marcos Ibarra, suplente), Ciudadanos contra la Corrupción de Villa de Leales (Armando Pedraza),
En el Oeste también hubo nueve comunas en las que compitieron partidos que no sacaron ni un solo voto siquiera. Son: Partido por la Justicia Social en Teniente Berdina (Claudio Cáceres), Partido de los Trabajadores en Rumi Punco (María Sotelo), Partido por la Justicia Social de Los Sosa (Carlos Ismail), Acción Regional en San Ignacio (Ramón Lazo) y Vamos Tucumán de la misma delegación comunal (Diego Olarte), Partido por la Justicia Social en El Sacrificio (Gabriela Carrizo), Partido por la Justicia Social de Sargento Moya (Diego Alarcón), Proyecto Popular de Huasa Pampa (Claudio Ponce), Camino a la Lealtad de Alto Verde y Los Guchea (Mario Ferreira), y Tucumán para Todos de Santa Ana (Alicia Salcedo). Son datos que surgen de las planillas oficiales de la JEP.
Una sola adhesión
También se pueden subrayar los resultados de aquellos partidos que obtuvieron sólo un voto en las comunas, cuando la fórmulas que se presentaron para estas estructuras ejecutivas del interior son integradas por un candidato titular y un suplente. En estos casos uno de ellos defraudó al binomio.
Ocurrió con el Partido por la Justicia social en Rumi Punco, en San Ignacio con los partidos Corriente Popular, Camino a la Lealtad y Movimiento Izquierda Juventud Dignidad; en Los Sarmiento y Las Tipas con Camino a la Lealtad, en Amberes con el Partido por la Justicia Social, en Santa Lucía con el Movimiento Izquierda Juventud Dignidad, en Huasa Pampa con Corriente Popular, en Soldado Maldonado con Tucumán Innovador, en El Naranjito con Unión y Progreso Social, en Tapia con los partidos Unión y Progreso Social y Compromiso Ciudadano Independiente; en Los Pérez con Acuerdo Federal.
Otro dato significativo es que hubo listas de candidatos a concejales que obtuvieron menos votos que el total de la cifra de postulantes a ediles titulares y suplentes que inscribieron.
El Partido Crecer para la Victoria obtuvo ocho votos en la lista de concejales de Alderetes, cuando allí hay 10 concejales (los suplentes eran cinco). El Partido Camino a la Lealtad consiguió 10 votos en Banda del Río Salí cuando había que nominar a 12 titulares y a seis suplentes.
Más casos
El partido Proyecto K, en Bella Vista, sacó 13 votos cuando los titulares eran 10 y cinco los suplentes. Dos, por lo menos, no se sumaron. El partido Unión y Progreso social en Burruyacu consiguió cuatro votos cuando la cifra de ediles es de seis. Tres eran suplentes. Cinco fallaron.
PRO-Propuesta Republicana: en Famaillá obtuvo seis votos cuando los titulares son 10 y los suplentes eran cinco. En Graneros, el Movimiento Izquierda Juventud Dignidad obtuvo tres votos, Evolución para la Democracia Social logró un voto y el Partido por la Seguridad Social no sacó ni siquiera un voto cuando la cifras de titulares eran seis y tres los suplentes. O sea, postularon a personas que ni adhirieron a sus listas.
El Movimiento Izquierda Juventud Dignidad, en Monteros consiguió 10 votos cuando había presentado una lista con 10 titulares y cinco suplentes. En Lules, el Partido Camino a la Lealtad, sacó un voto habiendo elevado una lista de 10 titulares y cinco suplentes. Le fallaron 14 firmantes de la nómina.
El partido Camino a la Lealtad, en La Cocha sacó cuatro votos (seis titulares y tres suplentes), el Partido por la Seguridad Social en Las Talitas obtuvo una adhesión cuando los concejales titulares son 10 y los suplentes cinco.
En Tafí del Valle, el Partido Compromiso con el Pueblo sacó seis votos para concejales y el partido Convergencia de Bases para la Victoria no logró ni un voto, cuando se votaba por seis titulares y tres suplentes. Muchas deserciones, por llamarlas de alguna forma.
Menos del 3% del total
Porcentaje clave para no perder la personería.
Para añadir a situaciones donde la representatividad política y la calidad institucional se ponen en jaque vale mencionar, por ejemplo, la cifra de organizaciones que no llegaron ni siquiera al 3% del total de votos en sus jurisdicciones. Por ejemplo, en el rubro intendente: cuatro de nueve que se presentaron en Alberdi, seis de 11 en Aguilares, cuatro de nueve en Alderetes, siete de 12 en Banda del Río Salí, cuatro de seis en Bella Vista, dos de cinco en Burruyacu, seis de ocho en Concepción, cuatro de seis en Famaillá. Cuatro de siete en Graneros, cuatro de seis en La Cocha, siete de 12 en Las Talitas, cinco de ocho en Monteros, tres de siete en San Isidro de Lules, cinco de nueve en la Capital, cuatro de seis en Simoca, ocho de 10 en Tafí del Valle, tres de nueve en Tafí Viejo, cuatro de seis en Trancas y cuatro de 10 en Yerba Buena. O sea, casi el 70% de los partidos que presentaron postulantes a jefes municipales no alcanzaron ese porcentaje exigido por la ley.
Entre los candidatos a gobernador, cinco de nueve no llegaron al piso del 3% de los votos; mientras que en las categorías a legislador eso ocurrió en 38 de 48 listas en la Capital, en ocho nóminas de 16 en el Este y en 12 de boletas 21 en el Oeste. Se repite el mismo porcentaje del 70% de partidos que no llegan a ese mínimo.