CIUDAD DE MÉXICO.- La ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, una de las más violentas de México, recibió el martes al primer grupo de migrantes extranjeros solicitantes de asilo en Estados Unidos como parte de un programa que se inició en enero.
Diez personas -un grupo que incluye a centroamericanos, venezolanos y cubanos- llegó el martes por el puente fronterizo de Nuevo Laredo, en el estado Tamaulipas, informó el Instituto Nacional de Migración (INM).
México aceptó en junio ampliar los puntos para recibir migrantes del programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), tras las amenazas del presidente Donald Trump de que impondría aranceles a las importaciones si el país no ayudaba a frenar la migración. Estados Unidos ha devuelto a México a 18.503 centroamericanos.
El ingreso del grupo se dio pese a que Tamaulipas rechazó la semana pasada convertirse en uno de estos puntos, al reconocer los riesgos de seguridad para los migrantes y la falta de recursos para atenderlos, ya que la respuesta de asilo puede durar varios meses.
“Abrir esa frontera a migrantes los pone en un mayor riesgo por el precedente que se tiene de múltiples secuestros y masacres de migrantes por grupos delictivos”, dijo Óscar Hernández, experto en temas migratorios. “No existe ningún plan de acción por parte del gobierno federal, ni estatal, para brindar atención a esta gente”, dijo Julio López, director de la Casa del Migrante Nazareth en Nuevo Laredo.
La crisis migratoria se ha agudizado en los últimos meses, y varias muertes han sacudido a la opinión pública. El sábado, un niño guatemalteco de 10 años fue hallado malherido junto al cadáver de su padre, asesinado en el oriente de Morelos, México, según dijo Raúl Hernández, presidente de la comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos.
Cristian, de 10 años, su padre, el hermano de éste y su hijo Byron, de 17 años de edad, intentaban llegar a Estados Unidos, viaje que emprendieron el 28 de mayo. La familia de las víctimas, que reside en Estados Unidos, explicaron que los migrantes habían contratado los servicios de traficantes de personas para poder llegar a los Estados Unidos y que en el viaje fueron secuestrados. (Reuters-Especial)