Nadie entiende qué pasó. Por qué no frenó. Por qué ni siquiera dio un volantazo para evitar arrastrar a una joven primero, a dos hombres después y chocar a dos personas pocos metros más adelante. Y lo que menos se explican aún: por qué no tuvo la humanidad de parar, bajarse del auto e intentar asistirlos.

Tres personas terminaron en el hospital el domingo a la mañana. Fue momentos después de haber salido de un boliche ubicado en Marco Avellaneda, a media cuadra de avenida Sarmiento.

"Salimos como a las 5.50 porque estaba muy lleno y la Policía empezó a pedir que vayamos desalojando. Fuimos caminando por la Sarmiento, buscando un taxi, había muchísima gente", relató Lorena Romero. Ella había ido a bailar con su esposo, Rodrigo Zurita, su sobrina, Pamela Romero, y un amigo, Alfredo Raúl Suárez.

Caminaban por el cordón, a la altura del puente que pasa sobre las vías. Como corría viento y Lorena llevaba pollera, subió a la vereda. "Pamela vení, subí conmigo", le gritó a su sobrina. La jovencita de 20 años intentaba hacer eso cuando un auto se acercó a toda velocidad y la levantó por los aires.

DESFIGURADA. Así quedó el rostro de Pamela Romero.

"La dejó tirada sobre la vereda. Me desesperé y corrí a verla, y en ese instante lo vi a mi marido caer", recordó Lorena. Rodrigo y Alfredo se encontraban a unos cuatro metros de distancia. Ambos fueron embestidos también por el mismo vehículo.

La escena era alarmante: a Pamela no se le veía el rostro por la cantidad de sangre, Rodrigo tenía una pierna rota y Alfredo no reaccionaba. Todavía sigue sin reaccionar.

"Me largué a llorar", dijo Lorena, mientras ese instante volvía a su memoria. "Y ahí vi que el mismo auto chocó a otras dos personas, más adelante, pero no llegó a tirarlas", recordó.

Ambulancias

Entre 10 y 15 minutos eternos pasaron hasta que llegaron las ambulancias. Alfredo, el más grave, fue auxiliado primero. Lo llevaron al hospital Padilla con pérdida de conocimiento. Tiene 44 años y todavía no despertó. Los médicos dijeron que tiene coágulos en la cabeza.

EL PEDIDO DE AYUDA. Lorena difundió esta imagen en Facebook.

En ese hospital atendieron también a Pamela: le cosieron la nariz y la boca. Lorena explicó que, como chocó contra el parabrisas, los vidrios se le incrustaron en la cara. Ayer le dieron el alta.

A Rodrigo, en cambio, lo asistieron en el Centro de Salud. Tiene 33 años, cuatro hijos pequeños y está inmovilizado. "No se puede parar, tiene quebradura de fémur y habrá que ponerle clavos", explicó su esposa, que ahora hace de detective para intentar identificar al conductor de ese auto del que solo recuerda el color: gris.

"Hice una publicación en Facebook y mucha gente me contactó. Algunos me contaron que vieron todo e intentaron parar el auto, pero no pudieron", dijo. Y pidió que si alguien tiene algún dato se comunique con ella a su celular (3813426364). "El auto quedó roto, en algún lado tiene que estar".