La Junta Electoral Provincial recibió un aprobado por parte del Observatorio de Estudios Electorales y Político Institucionales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata. Los veedores, que habían asistido a los comicios de 2015, constataron mejoras respecto de ese turno, que terminó en un escándalo nacional. Los progresos, no obstante, no lograron convencer sobre las bondades del régimen de acoples vigente en la provincia. “Sugerimos evaluar la posibilidad de llevar adelante una reforma de la normativa electoral que revise los acoples, como así también introduzca mejoras en cuanto a la confección de las boletas”, concluyó el equipo de observadores que intervino en las elecciones del 9 de junio.

El informe que los especialistas elaboraron para presentar a la Junta desarrolla como aspectos críticos las barreras arquitectónicas advertidas en los centros de votación y las dificultades que entraña el número elevado de fiscales de mesa. A los veedores también les llamó la atención el mal estado de los baños de las escuelas que visitaron (se informa por separado). Por otro lado, valoraron que el organismo presidido por Daniel Posse incorporara un vocero, entre otras medidas (se informa por separado).

La observación y la redacción del documento, que está disponible en observatorioelectoralunlp.org, fueron llevadas adelante por los abogados Sebastián López Calendino (coordinador) y María Eugenia Nervi, y por Ricardo José Daruich y Verónica Molinari. Los veedores de La Plata tomaron nota de lo ocurrido en el 7% de las mesas habilitadas (3.635). En ese afán, monitorearon 110 mesas de la capital (8,5%); 16 del Oeste (1,1%) y 127 del Este (14%). En total, fueron a 18 escuelas. Parte de la comitiva llegó a esta ciudad el 6 de junio para asistir a capacitaciones; recopilar información; participar de una conferencia de prensa y completar el proceso de acreditación ante la Junta.

En cuanto a la apertura de la votación, los veedores registraron que las mesas no fueron constituidas de manera rápida y eficiente, y que en algunos casos recién estuvieron operativas a las 9.30. “En la totalidad de los puestos de votación observados constatamos la formación de filas de más de 20 electores al momento de iniciarse el acto eleccionario”, precisaron. Y añadieron: “no se siguió un orden adecuado para la ubicación de las mesas. Todos los fiscales se ubicaron en los pasillos dificultando el paso de los electores. Además, no se observaron carteles indicadores de lugar de ubicación de los diferentes puestos de votación”. Como detalle llamativo, el informe menciona que en la mesa 2.435 de la Escuela N°110 la autoridad retenía a los electores teléfonos y carteras al momento de ingresar al cuarto oscuro.

Los veedores interpretaron que los incentivos económicos (viáticos y pago por capacitación) fueron positivos para aumentar el presentismo de las autoridades de mesa. Y señalaron que hubo entre 13 y 35 fiscales de partidos políticos por urna: “en todas las escuelas utilizaron pasillos para acomodarse, lo que provocó que se formaran largas filas y no se permitiera la libre circulación”. Los veedores detectaron que en el 94% de los establecimientos observados el elector no tenía información correcta sobre dónde sufragaba. “Esta situación se vio agravada debido a que en gran parte de la jornada eleccionaria la página de la Junta Electoral estuvo inactiva, lo que hizo imposible la consulta al padrón electoral”, advirtieron.

El equipo a cargo de López Calendino subrayó “el esfuerzo” que hizo la Junta, pese a que último momento se vio obligada a reemplazar a uno de sus integrantes (Edmundo Jiménez) y a dar marcha atrás con la forma de votación de los policías: “en definitiva, hubo una mejora significativa en una comparación de la organización con el proceso electoral de 2015”.

Balance negativo: el mal estado de los baños y las barreras arquitectónicas identificadas en las escuelas

El Observatorio de Estudios Electorales y Político Institucionales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (provincia de Buenos Aires) expresó en su informe sobre las elecciones tucumanas de este año que los establecimientos elegidos para sufragar no se encontraban en condiciones óptimas. “El grupo de observadores se encargó de verificar el estado de los sanitarios. Llama la atención que la mayoría de los visitados están en un estado deplorable. Esta situación no solo afectó a los electores durante el día de la elección, sino que perjudica a los alumnos tucumanos que concurren todos los días a esas escuelas”, dijeron los veedores.

Además, la comitiva del Observatorio criticó las dificultades halladas para acceder a los centros de votación: “la totalidad de los establecimientos seleccionados (18) mostraron barreras arquitectónicas”. La delegación describió la existencia de escalones de ingreso; desniveles en el interior; pasillos angostos; escaleras e inexistencia de rampas o rampas pronunciadas, entre otros escollos.

Balance positivo: el nombramiento de un vocero de la Junta y el llamado a veedores internacionales

Los observadores bonaerenses consideraron que fue una “medida excelente” la decisión de la Junta Electoral Provincial de designar a un vocero (Carlos Amaya) para que gestione las demandas de información atinentes a la organización de los comicios. “Este vocero cumplió su rol en todos los medios de comunicación e, inclusive, organizó y participó de la conferencia con los observadores internacionales y nacionales”, dijeron los especialistas en el informe que elaboraron para el Observatorio de Estudios Electorales y Político Institucionales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (provincia de Buenos Aires). 

El documento también destaca la convocatoria a veedores internacionales así como los convenios que la Junta rubricó con el consorcio de las defensorías del pueblo del país para que asistan a la votación del 9 de junio. Además, los observadores calificaron positivamente la invitación a los candidatos para la firma de un pacto ético y el pago de un monto de dinero extra a las autoridades de mesa: “esto hizo que aquellas concurrieran masivamente a las capacitaciones”.