El trabajo es contrarreloj. En la investigación del accidente en el que murieron 15 personas hay dos certezas: el micro no contaba con cámaras de filmación, por lo que se perdió una oportunidad para saber qué pasó. Y, aunque aún no se conoce la hipótesis del hecho, todo hace presumir que se podría haber producido por un error humano.
Un contingente de jubilados había partido el domingo por la noche de Mendoza con destino a Termas de Río Hondo. El colectivo, que trasladaba a unas 60 personas, al llegar al cruce de las rutas 308 y 157 y por razones que no se establecieron, terminó volcando. En total, fallecieron 15 personas -13 en el acto y las dos restantes cuando eran asistidas en el hospital de Concepción- y más de 40 terminaron con distintos tipos de heridas.
Como en Concepción ya se encuentra en vigencia el Nuevo Código Procesal Penal, en una audiencia que se desarrollará posiblemente al mediodía, el fiscal Edgardo Sánchez presentará su hipótesis sobre cómo se produjo la tragedia. En el banco de los acusados estarán Cristian Isaac Salinas y Gustavo Adolfo Montoro, los choferes del colectivo, quienes fueron los únicos aprehendidos. Luego de tener derecho a defenderse, un juez definirá la situación procesal de los acusados, que podrían ser imputados por homicidio culposo agravado.
El fiscal recibió un informe clave: los dosajes que se les practicaron a los choferes dieron negativo. También se confirmó que el micro no contaba con la conocida popularmente como “caja negra”, es decir, un sistema de cámaras que permite filmar las maniobras que realizaron los conductores. “Su instalación no sería obligatoria, pero la mayoría las tienen instaladas para tener un mejor control de los conductores”, explicó una fuente de tribunales de Concepción.
“Por una cuestión de estrategia no puedo brindar muchos detalles. Tengo hasta mañana (por hoy) para analizar todos los indicios que sean recibidos hasta el momento. Una vez que tenga estudiado todo decidiré qué imputación corresponde”, respondió Sánchez en una entrevista con LA GACETA.
En medio de esa maraña de informes -plasmados en unas 400 páginas- hay elementos que ayudarían a esclarecer el caso. También el fiscal se encargó de observar las declaraciones de los sobrevivientes (fueron filmadas para no tener que volverlos a citar) que relataron su versión de los hechos.
En principio, según confiaron fuentes judiciales, el micro no habría tenido ninguna falla mecánica. Todo apuntaría a que se trató de un error humano, aunque no se pudo establecer todavía si fue un error de cálculo producido por la densa neblina que había en ese momento en el lugar o si uno de uno de los choferes se quedó dormido.
Los investigadores sospechan, en base a los testimonios recogidos, que los choferes conocían la ruta, ya que en varias oportunidades habían realizado el recorrido con la misma empresa. Una sobreviviente confirmó que este era el séptimo viaje que realizaba con la firma. Aunque el fiscal aún debe recibir una copia electrónica para confirmar la versión, la empresa contaba con todas las autorizaciones y no había impedimentos para realizar el viaje.