Claudio Artaza Saade, perito especializado en accidentes de tránsito, explicó que entre los factores que pueden determinar un siniestro aparecen el camino, el clima y lo humano.
“Evidentemente las personas que circulaban por la ruta no tenían un conocimiento de lo que se iban a encontrar”, afirmó el especialista.
Y analizó que: “la provincia en algunos caminos no está adaptaba para la visita. El transeúnte habitual ya lo conoce pero la ciudad no está adaptada para el turismo”.
En 2015, un instituto de seguridad y educación vial realizó un informe sobre la situación en Tucumán: el sector donde ocurrió el accidente está marcado en rojo. En la provincia son seis los tramos en las mismas condiciones.
Alrededor del 60% de las señales en las rutas tucumanas es vandalizada o robada. Artaza Saade remarcó la importancia de colocar carteles de mayor porte: “las señales verticales pueden ser sustraídas y eso es problema de la cultura. Las personas que robaron los carteles de esa ruta tienen las manos manchadas con sangre”, aseveró.
“En la zona del accidente no están las demarcaciones para neblina, no hay el anuncio de la curva dibujada en la ruta, los funcionarios responsables de controlar ese tramo, tienen que tomar otra alternativa”, agregó.
“Estamos hablando de un vehículo moderno que cuenta con sistema de balancines, tiene un sistema antivuelco, pero la velocidad con la que venía el micro supero alguno de esos sistemas. Hay rastro de frenada, el vehículo llega al vuelco en baja velocidad”, concluyó.