En diciembre de 2013, después de cerrar una temporada que lo había visto vestir la camiseta de cuanto equipo/combinado argentino existía en ese entonces, Matías Orlando calificó a ese año como “el mejor de su carrera, pero sólo hasta ahora”.
Parecía una vara muy difícil de superar, pero a estas alturas de 2019, no caben dudas de que el concepcionense lo ha logrado: a su colección de casacas le ha sumado la de Jaguares, la franquicia argentina en el Súper Rugby, en la que “Tostao” ha alcanzado ya el estatus de titular indiscutido. Su regularidad ha llevado a que, si no aparece en la alineación titular, sea siempre por causa de lesión o de necesaria rotación. Matías está en condiciones de renovar la vigencia de aquel enunciado de hace cinco años y sentar una nueva vara para sí mismo.
“Pasó mucho tiempo desde esa vez. En estos años he tenido experiencias buenas y malas que sin duda me han hecho crecer muchísimo. Hoy disfruto de ese aprendizaje y de la posibilidad de seguir aprendiendo. Estoy contento con mi presente, pero estamos a mitad de año aún y tengo objetivos por los cuales seguir trabajando duro”, deja en claro el centro surgido en Huirapuca.
Ni falta hace que diga a qué objetivos se refiere: el primero es embolsar el título del Súper Rugby el próximo fin de semana en casa de los mismísimos Crusaders, y el segundo es apuntar a lo más alto en el Rugby Championship y el Mundial de Japón, los próximos compromisos de relevancia en la agenda de Los Pumas.
Evolución
El crecimiento individual de “Tostao”, que con sus dos tries a Brumbies superó a Ramiro Moyano como tryman del equipo, sirve como parámetro de la evolución del equipo mismo en estas cuatro temporadas en la “NBA del rugby”. Así lo entiende Sebastián Perasso, reconocido autor de libros de rugby, al decir: “si debiera personificar el crecimiento de Jaguares en un jugador, no hay nadie que lo merezca más que Matías Orlando. Los planes de alto rendimiento y una competencia de calidad han moldeado a un jugador de elite. Mucho más completo, más fuerte, más veloz y con mayores destrezas, con una mayor confianza y liderazgo. Creció su físico, mejoró su tracción, conquistó duelos individuales, rompió defensas, marcó tries y le imprimió a su juego un tackle fulminante. Es como Ramiro Moyano: no genera otra cosa que confianza”.
Unidos por la causa
Después del triunfo sobre los australianos (que, dicho sea de paso, venían de ganar siete partidos consecutivos), se viralizó un video de la salida de los Jaguares desde el vestuario hacia el campo de juego, alentados furiosamente por el resto de sus compañeros no convocados. Allí ve Matías la clave de que el rugby argentino esté por primera vez en la final de un Súper Rugby. “Es increíble que todo el equipo esté tan unido cuando todos sabemos que es muy dificil quedarse afuera de un partido así, y que quienes se quedan afuera lo disfruten de esa manera. Así lo sentimos todos”, asegura el concepcionense.
En la madrugada de ayer, Crusaders cumplió con la lógica y venció a Hurricanes (no sin esfuerzo, vale aclarar), por lo que esta vez será el equipo argentino el que deba sufrir los estragos del viaje y el cambio de horario. Enfrente estará nada menos que el más ganador en la historia del torneo: “Crusaders siempre es favorito, lo demuestra años tras año y se hace muy fuerte de local, pero para nosotros no es imposible. Confiamos en ir allá en busca del campeonato, aunque para eso tenemos que ser mejores que ellos durante los 80 minutos! Es un linda oportunidad para nosotros de jugar un buen rugby, hacer base en nuestros valores y salir vacíos de la cancha”.