La actual intendenta de Famaillá, Patricia Lizárraga (Frente Justicialista por Tucumán), aseguró que su municipio se encuentra sin deudas, con todas las cuentas saneadas y con el parque automotor con vehículos 0 kilómetro.
Según el conteo provisorio, la actual jefa municipal sacó unos 10.000 votos, pero quedó a unos 700 detrás de José Orellana (Tucumán Innovador), por lo que tendrá que pasarle el cargo en noviembre. “Él se va a encontrar con un municipio con las cuentas al día. Este es un municipio ejemplo de administración. Está todo perfectamente en orden”, remarcó en una entrevista con LA GACETA.
Lizárraga, que estuvo casada con Juan Enrique Orellana, consideró que la transición con su ex cuñado se va a dar de la mejor manera. “Soy una persona que no tiene problemas con nadie. No tengo problemas en tener diálogo con él o con quien sea. Uno está al servicio de la comunidad, (la transición) no es algo personal. Quizá éramos contrincantes circunstanciales de la política, pero la vida sigue. Él tiene que gobernar de la mejor manera, por el bien de la comunidad. No soy una persona egoísta. Lo que esté a mi alcance lo pondré”, aseguró.
Respecto a los cuatro meses y medio que le quedan como intendenta, Lizárraga dijo que seguirán trabajando del mismo modo. “Teníamos muchos sueños y proyectos que ya no se podrán hacer, porque seguramente el otro intendente pondrá su impronta en la gestión, la cual hay que respetarla”, opinó.
Consultada sobre los resultados del domingo 9, la jefa municipal dijo que fue una “elección muy atípica” la que se dio en Famaillá. “Muchas personas vinieron de otros lugares a votar. El lunes el pueblo salió a las calles, pero ya está. Ya terminaron las elecciones”, concluyó.