BRASILIA, Brasil.- La Corte Suprema de Brasil evalúa un recurso presentado por los abogados del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en el que solicitan su libertad, luego del escándalo desatado por la filtración de conversaciones entre un fiscal y el ex juez y actual ministro de Justicia, Sergio Moro, que ponen en duda la imparcialidad en el juicio al ex mandatario.
La noticia sobre el cambio de agenda del Supremo se conoció en medio de las repercusiones de las filtraciones hechas por el sitio “The Intercept”, basadas en diálogos en los que Moro habría orientado a fiscales contra el ex mandatario.
Una sala del Alto Tribunal empezó ayer, después del mediodía, a analizar el hábeas corpus presentado el año pasado, cuando el ministro Gilmar Mendes pidió acceso al expediente, y anunció ayer que -terminada su revisión del expediente- la Segunda Sala retomará el asunto el 25 de junio, y lo hará bajo una “nueva situación”.
Mendes comentó incluso que se abrió un debate en el medio jurídico acerca del posible uso de pruebas obtenidas de forma ilegal, como sería el caso de los mensajes publicados por el sitio web. “No necesariamente son nulos. Por ejemplo, si se obtiene de forma ilegal una prueba que demuestra la inocencia de una persona condenada por asesinato, generalmente se considera válida”, dijo.
Lula y Cristina, causas paralelasLos mensajes, transmitidos por Telegram, llegaron a “The Intercept” gracias a un “hacker” que intervino teléfonos de Moro y de algunos fiscales. Del intercambio se desprende que el entonces magistrado pudo haber orientado acciones de la investigación contra Lula, lo cual está prohibido por la ley. Lula fue condenado por corrupción y lavado de dinero en parte de la causa “Lava Jato”, acusado de haber recibido un departamento a cambio de favorecer a una empresa. Está preso desde abril de 2018 en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba.
La aparición de esos mensajes confirma, según la defensa de Lula, lo que siempre denunció el Partido de los Trabajadores, acerca de que el ex presidente fue víctima de una persecución política y que el juicio en su contra estaba viciado y debía ser declarado nulo.
El caso generó un terremoto en el Gobierno y en el ámbito judicial. La Orden de Abogados de Brasil recomendó que Moro se aleje de su cargo de ministro de Justicia hasta que se aclaren las sospechas. El Consejo Nacional del Ministerio Público de Brasil dijo que investigará el intercambio de mensajes entre los fiscales y Moro, publicó la cadena alemana “Deutsche Welle”; y el contralor nacional del Ministerio Público, Orlando Rochadel, instauró una queja disciplinaria para apurar la investigación.
En medio de la tormenta, el presidente Jair Bolsonaro respaldó a Moro. Atravesaron juntos, en lancha, el lago Paranoá de Brasilia, para una ceremonia en la que el ministro fue condecorado. (Télam)