ÚNICA FUNCIÓN

• A las 20 en el Teatro Mercedes Sosa (San Martín 479). Socios del Club LA GACETA tienen la promoción especial de 2x1 en entradas.

La dramaturgia francesa contemporánea ha ganado espacio en la cartelera teatral mundial a golpe de comedias de encuentros entre amigos, que sirven de marco para analizar la sociedad desde el humor como paraguas.

Uno de los grandes autores jóvenes de este siglo es Florian Zeller, que estrenó hace apenas tres años “Sin filtro”, la obra que hoy llegará al teatro Mercedes Sosa con un elenco de primer nivel: Gabriel Goity, Carola Reyna, Carlos Santamaría y Muni Seligmann componen dos parejas que se reúnen para cenar, cita que puede derivar en cualquier cosa ya que mientras los dos primeros son un matrimonio consolidado, su amigo recién divorciado llega con una joven conquista, a la que dobla en edad. El público será más que un espectador, ya que escuchará tanto todo lo que los perosnajes se dicen como lo que piensan y callan, en una puesta dirigida por Marcos Carnevale, donde se suceden las mentiras piadosas, las verdades maquilladas, los enredos y los secretos descubiertos.

“Es una obra brillante, hermosa. En Tucumán llegamos a las 330 funciones con un gran grupo. El público responde cuando se ofrece calidad como en este caso, más allá de todos los problemas económicos, porque sabe que va a ver un teatro comprometido con lo bueno”, le dice el Puma Goity a LA GACETA.

El actor confiesa que llegó de rebote al elenco: “la pieza era para Oscar Martínez, no para mí; él me la mostró y me encantó. Cuando lo convocaron, tenía 70 proyectos de cine internacional y no pudo hacerla, por lo que me convocaron. Ni siquiera tuve que leerla, porque ya la conocía y deseaba hacerla”.

- ¿Qué les aportó Carnevale, más identificado con el cine?

- Es cierto que se lo vincula más al cine y a la televisión. Lo hemos traído para el lado del teatro, porque es un gran talento y un agudo observador de la actuación. Nos peleamos para tenerlo dirigiendo, porque le encanta el teatro y lo hace muy bien. Ya estamos pensando un próximo proyecto en conjunto, porque es uno de los mejores con los que trabajé.

- Hay una camada autoral francesa que toma las situaciones casuales que narran en “Sin filtro” para hablar de los vínculos.

- Exactamente, se está haciendo mucho y con un éxito arrollador. El tema central de esta comedia de situación es cómo sobrevivir con la pareja, en especial en la generación entre los 50 y los 60, cuando uno cree que tiene más o menos resueltas muchas cosas y no es tan así. Todo se revuelve cuando llega nuestro amigo con su nueva novia, que por edad podría ser nuestra hija.

- ¿Qué te atrajo del texto?

- Zeller plantea muy inteligentemente la trama, y con mucho humor. Es una historia empática, y la gente se reconoce en los personajes con facilidad. El autor nos permite reírnos de nosotros mismos; aunque nos pongamos una camisa moderna, seguimos teniendo casi 60 años. Hya muchas posturas que parecen sólidas, pero que son endebles y llaman a la risa. Es una pieza que entretiene pero que te da también aspectos para reflexionar, no te la olvidás a las dos cuadras y eso me gusta.

- La risa sirve para pensar...

- Sin lugar a dudas, no es una comedia oscura pero tampoco totalmente blanca. Permite que te emociones, que rías, que te entretengas y que piensen. Apuesta a la pareja, a lo durable, a saber construir el amor por encima de las contradicciones y las dudas, siempre de a dos, a defender lo vincular. Muchas verdades son, en realidad, sólo puntos de vista.

- Es un consejo que podría servir también fuera de la pareja.

- Totalmente. Con esta obra recorro mucho la Argentina y por suerte el país no es Buenos Aires, que está muy hostil y violento, hay muchas agresividad que no se ve en las provincias. Hay preocupación y malhumor por la crisis, pero se la lleva de otra manera, con otra concepción de las relaciones. Eso hace respirar.