Viene con la mirada cruzada desde hace un tiempo, acumula 13 partidos sin festejar, pero como todo goleador de raza Darío Benedetto no pierde la fe y la esperanza de que en la “próxima se le dará”. Y mejor que sea en la gran final de la Copa de la Superliga, instancia en la que Boca se las verá con Tigre, el próximo domingo en el estadio “Mario Alberto Kempes”, de Córdoba,
“Ojalá que se me dé en la final”, fue el deseo de “Pipa”, quien insólitamente falló dos goles que antes los convertía sin complicaciones. Su falla más “humana” fue cuando quedó mano a mano con el arquero de Argentinos Lucas Chávez, tras un blooper defensivo, y remató afuera con todo el arco de frente.
“No se me da. La verdad es que el equipo está haciendo buenos partidos, está creando situaciones... En lo personal no se me da pero le sigo metiendo. Cuando no es, no es... Soy consciente de eso. Vivo del gol como todo delantero”, analizó el punta tras el 1-0 del “Xeneize” y la posterior clasificación a la final.
Aun desperdiciando oportunidades que podrían haberle hecho más sencillo el duelo de este noche a Boca, los hinchas reconocieron el esfuerzo de “Pipa”. “Le debo mucho a la gente. Le estoy muy agradecido. El cariño que me brinda siempre, ojalá se lo pueda devolver con goles. Ojalá se pueda dar el domingo contra un rival que a pesar de que descendió, es uno de los que mejor juegan en la Argentina. Hay que ser respetuosos del rival porque Tigre juega muy bien”, dijo.