"¿Para la plata de la Municipalidad? La cola es por acá", dice un policía, ya de memoria, e indica con el dedo la fila más larga, la que arrancaba en las cajas del banco y llegaba hasta mitad de cuadra, por la calle Maipú primera cuadra.
Una situación similar a la que se vio la semana pasada en una sucursal bancaria de Yerba Buenase repite hoy en el microcentro. Cientos de personas se presentaron a cobrar una "ayuda social" (un subsidio), pero esta vez del municipio capitalino, conducido por el intendente Germán Alfaro (Cambiemos), quien buscará renovar su mandato en las elecciones del 9 de junio, junto al frente Vamos Tucumán, liderado por Silvia Elías de Pérez como candidata a Gobernadora.
Según pudo averiguar LA GACETA entre los beneficiarios, los montos de las subvenciones van desde los $ 3.000 a los $ 6.000. "Me dijeron que son tres meses, hasta las elecciones será", asumió una mujer que había ido al banco temprano a sacar número, a completar un registro y que luego volvió al mediodía para esperar su turno para cobrar.
"Si usted todavía no se ha anotado en una sede, le conviene ir directo a la Municipalidad, porque los punteros le van a hacer quedar algo. Algunos les sacan hasta la mitad", asesoraba espontáneamente una mujer a un joven que se acercó a averiguar los requisitos para cobrar "el plan". "Vaya a la Municipalidad con fotocopia de DNI y carta de pobreza. Ahí lo ponen en la carpeta para que cobre. Capaz que hasta un trabajo consigue", invitaba la mujer.
El mismo itinerario de sacar número, anotarse y volver a buscar el dinero fue repetido por una joven del barrio 24 de Septiembre, cercano a la Quinta Agronómica. "Yo me anoté con un conocido en abril, porque es a mes vencido, y recién estoy por cobrar", comentó.
La semana pasada llamó la atención una larga cola en un banco de Yerba Buena. Ahí se pudo constatar que se trataba de una "ayuda" gestionada por Bernardo Racedo Aragón y Walter "Kabuby" Aráoz, ambos candidatos oficialistas a la intendencia de esa ciudad. La oposición tildó de "obsceno" ese reparto de dinero y lo denunció como una manera de clientelismo, ya que podría tratarse de una manera de comprar voluntades con dinero del Estado.
Consultado por LA GACETA, Cristian Abel, secretario de Hacienda de la Municipalidad capitalina, negó la existencia de ayudas sociales o subsidios pagados con dinero. El funcionario apuntó que podrían ser empleados municipales que perdieron sus tarjetas de débito y que fueron a cobrar por cajero humano. Sin embargo, ninguno de los entrevistados por este diario dijo ser empleado del municipio.