Cuando en la política se mezclan cuestiones personales, suelen darse situaciones incómodas. Eso ocurrió anoche en Famaillá, ciudad en la que dos ex cuñados compiten por conducir la Municipalidad por los próximos cuatro años.
En 2015, Patricia Lizárraga llegó a la intendencia como parte del espacio de los "Mellizos" Orellana. Sin embargo, con el correr de la gestión se separó de su marido, el legislador Juan Enrique Orellana, y la sociedad política se quebró. Hoy, la jefa municipal busca ser reelecta por la lista oficial y el diputado José Fernando Orellana, su ex cuñado, busca derrotarla mediante un acople.
Anoche, la "Ciudad de las Empanadas" vivió un capítulo insólito de esa pelea. Los "Mellizos", como cada año, habían organizado un gran festejo para celebrar su cumpleaños e invitaron a las máximas autoridades de la provincia y del PJ: el gobernador Juan Manzur y el vice, Osvaldo Jaldo. Pero se toparon con un imprevisto: la intendenta había organizado para esa misma noche su acto de lanzamiento, a unas cuantas cuadras de distancia. Lógico, a ese evento también estaban invitados.
El dilema, entonces, se les presentó a los miembros de la fórmula gobernante. ¿Cómo cumplir con los compromisos sin que nadie se sienta desairado? La solución estuvo en la división. Así, Jaldo acudió a la celebración de los Orellana y Manzur, a la de la intendenta Lizárraga. Y un dato para cerrar la noche: los Avelinos, que solía tocar en eventos de los Orellana, esta vez actuó en el acto de la jefa municipal.
"La ciudad de Famaillá no es tierra de dos nombres", dijo la intendenta Lizárraga