A muchas personas les (nos) dan fobia las arañas. Pero si usted quiere tener el gusto (y el susto) de conocer a la hacedora de una de las telas más admiradas del mundo, váyase de excursión a Horco Molle. Por estos días, las Nephilas clavipes se cuelgan en ese paraje de unas telarañas tan grandes que pueden alcanzar hasta el metro de diámetro, tan fuertes como el acero y tan doradas como la luz del sol.
Esas son las tres principales características de esta especie. La hembra de Nephila clavipes teje una de las telas circulares de mayor tamaño del mundo. Primero, confecciona los elementos radiales. Después, sigue con los circulares. Y cuando ha terminado completa la parte del centro. Pero no se trata de un tejido extenso -únicamente-, sino también resistente: científicos han descubierto que esa fibra supera al acero y desde hace años intentan extraerla o imitarla. Además, se la conoce como “la araña de la seda dorada”, debido a la coloración amarillenta de su red, otorgada por una sustancia que es segregada durante el tejido.
Otra particularidad de la Nephila clavipes tiene que ver con sí misma: la hembra es gigante. Hay bibliografía que dice que puede medir unos 15 o 20 centímetros de largo con patas incluidas. El macho, en cambio, apenas ronda los cuatro centímetros. Por eso, esta araña representa uno de los casos más conocidos de dimorfismo sexual.
Y aunque entre los arácnidos las hembras suelen comerse a los machos después de haber sido fecundadas, a ellas no les resultan sabrosos. Uno podría pensar que esa falta de apetito se debe -justamente- a que los encuentran insignificantes. Pero en rigor tiene que ver con otra relevencia ecológica: el cleptoparasitismo (literalmente, parasitismo por robo). La Nephila clavipes permite que otras arañas trepen a su tela y se alimenten de los bichos ahí atrapados, como mariposas; escarabajos; avispas; grillos; polillas y demás insectos voladores.
A diferencia de lo que podría esperarse, no son venenosas. Sin embargo, se las clasifica como ponzoñosas ya que los pelos de sus patas -finas y largas- generan ronchas. En cuanto al cuerpo, tiene un abdomen alargado y de colores verdes y amarillos.
La Nephila clavipes vive unos seis o siete meses. Nace en noviembre y muere por estos días. Su distribución va desde las zonas húmedas y boscosas de Estados Unidos hasta las de Argentina. Es común hallarla en los jardines de las casas, especialmente en Yerba Buena y en otras ciudades piedemontanas. No obstante, cuando andan de inquilinas, las hembras son bastante más pequeñas que las que se reproducen en la libertad de los bosques, como sucede en Horco Molle.
Finalmente, si después de esta lectura a usted le da curiosidad y decide ir en busca de una Nephila clavipes, no la moleste. No se le ocurra levantar alguna rama para desarmar su red, perfectísima, admirable. Disfrute -simplemente- de ver la naturaleza se nos manifiesta en cada ser.
> Quiénes son
Existen muchos tipos de araña, pero ninguna como las “seda de oro”. Pertenecen al género Nephilia, el cual está conformado por varias especies. Una de esas es la Nephila clavipes.
> Cómo son
Son arañas muy vistosas, con colores amarillos y verdes. Tienen patas largas y delgadas, separadas entre sí. Además, su abdomen puede tener unas combinaciones de puntos y rayas.
> Dónde viven
Están distribuidas por todo el mundo, en ambientes húmedos y calurosos. En este continente se las encuentra desde Estados Unidos o Puerto Rico hasta las zonas más cálidas de la Argentina.
> Qué comen
Sus presas preferidas son las moscas, los mosquitos, los grillos y las polillas.
> El veneno
Afortunadamente, su veneno no es motivo de preocupación para la salud humana. Las personas alérgicas sí deben tomar precauciones.
> Su defensa
Esta araña tiene un curioso modo de defenderse: agita su tela con un rápido movimiento vibratorio, al punto que su cuerpo se vuelve invisible. Así la describió Charles Darwin en “El viaje del Beagle”.
> ¿Sabías qué?
La araña Nephila clavipes es considerada una controladora de las poblaciones de insectos, como moscas y mosquitos. Además, actualmente su red está siendo estudiada en el campo de la biotecnología y de la ingeniería.
Para este artículo fueron consultados el especialista en arañas Duniesky Ríos -del Instituto Miguel Lillo-; el biólogo Pablo Quiroga -de la Reserva Experimental de Horco Molle- y el entomólogo Pablo Augusto Goloboff -investigador del CONICET en el Instituto Miguel Lillo-.