Hubo mucha expectativa por el inicio de la nueva etapa del Súper TC 2000 con los motores turbo y la quita de parte de la carga aerodinámica. Pero la promesa de un mejor espectáculo no se cumplió, al menos en la primera fecha este fin de semana en Córdoba, donde Leonel Pernía se llevó un contundente triunfo y Renault volvió a demostrar que es el mejor equipo.

Esta temporada, los autos se modificaron un 85 por ciento con respecto del año anterior y se parecen más a los de calle. Son más inestables, doblan más despacio y son tres segundos más lentos, como le anticipó Facundo Ardusso (Renault). En eso hay que reconocer el objetivo planteado por la categoría: a nadie se le cayó un anillo por perder potencia y velocidad en la búsqueda de brindar carreras más entretenidas. Se supo dar marcha atrás, pero, en principio, lo ofrecido en el comienzo cordobés no fue lo esperado. Y el sonido del motor turbo de cuatro cilindros de Oreca no es el mejor en comparación con los ruidosos V8 de Radical, pero habrá que acostumbrarse.

Pernía hizo la pole, largó adelante y ganó de forma de aplastante. “Es enorme el hambre por ganar que tiene mi equipo. Me entregó un auto bárbaro”, dijo el “Tanito”, que le dio el triunfo N° 100 al “Rombo” en la categoría y lidera el torneo. “Leo nos cagó a palos” (sic), admitió Ardusso.

En la final no hubo lucha por la punta. Si bien se vieron algunos sobrepasos a partir del quinto puesto, tampoco fue para tirar manteca al techo. Durante varios giros el foco estuvo en la lucha por el octavo lugar entre Mariano Werner (Fiat) y Matías Rossi (Toyota) en la que prevaleció el “Misil”, que fue el hombre espectáculo: largó último (el sábado fue excluido de la clasificación ya que su Corolla no dio con el peso mínimo reglamentario) y avanzó diez lugares en la final. Y punto. Nada más para destacar en la pista.

Hubo escuadras que llegaron mejor preparadas que otras como la referencia de Renault, el equipo bicampeón, Toyota y Chevrolet. Un paso más atrás Citroën y luego los retornados Fiat y Honda. Todos autos oficiales en lo que debe ser la primera vez que ocurre en los 40 años de la especialidad.

Por último, 45.000 personas colmaron el circuito cordobés, como en las mejores épocas de la categoría. Está el crédito de la gente. Es prematuro, pero el Súper TC 2000 deberá demostrar que puede retribuírselo.