A menos de un año del Mundial de Rusia, se inauguró en Sochi "The Budweiser ReCup Arena", una cancha de fútbol construida con más de 50.000 vasos que fueron desechados durante el Mundial del año pasado y reciclados.

El campo de juego se encuentra cerca del estadio olímpico Fisht y fue construido por iniciativa de la reconocida marca de cerveza, que fue patrocinador oficial del Mundial de Rusia. 

Lejos del clásico color verde, el color blanco de esta cancha, por los vasos utilizados, hace que parezca una superficie cubierta por la nieve, muy común en los escenarios rusos durante el invierno.