“Mi idea es terminar mi carrera jugando en Primera. Si San Martín no bajaba, yo me retiraba acá. ¿Qué otra cosa puedo pedir para el cierre de mi vida en el fútbol que jugar todos los domingos con una hinchada como la del “Santo?” “Tino” Costa se hace esa autopregunta luego de anunciar que ya no es más jugador de San Martín. El volante, acompañado por Diego (un golden retriever de ocho años, que “ladra en francés”) recibió en su casa a LG Deportiva, y contó las sensaciones de su paso por Tucumán.
- ¿Por qué decidiste rescindir?
- Llegamos a un acuerdo con los dirigentes para cortar el vínculo. Después de la carrera que hice, me gustaría retirarme jugando en Primera; no porque se me caiga nada por jugar la B, pero esa siempre fue mi idea. La planteé y me entendieron. Los dirigentes sabían que yo había hecho un esfuerzo para venir porque cualquier oferta de Europa no se compara con las de Argentina. Pero me convenció venir a San Martín porque tenía ganas de jugar en un club con semejante pasión. Yo jugué en los mejores estadios de Europa y nunca sentí lo que se siente acá. Allá se escucha la pelota en los estadios, acá se te pone la piel de gallina con el aliento de la gente.
- ¿Qué te dijeron cuando comunicaste tu decisión?
- Me entendieron porque siempre les fui de frente. No es por comodidad, porque acá estamos de diez con mi familia. Además, la gente me demuestra muchísimo cariño. Nos fuimos al descenso y me siguen tratando de 10; en cualquier otro lado te insultarían.
- Y ahora, ¿qué pensás hacer?
- Todavía no lo sé. No tengo nada en vista. Pero mi idea es terminar en un buen nivel. Siempre la peleé desde muy abajo; por ahí algunos no saben mi historia y dicen este jugó en los mejores clubes. Pero yo la remé para llegar a esos clubes. Roberto (Sagra) entendió la explicación que le di.
- ¿Qué te llevás de San Martín?
- Acá viví cosas que no había vivido en 16 o 17 años de carrera. El cariño de la gente es único, algo impresionante, que nunca me había imaginado. El hincha de San Martín siente de una manera muy loca a su club. Anoche mismo (por el viernes), el equipo estaba descendido y los hinchas cantaban como si estuvieran jugando una final. Se me puso la piel de gallina. Yo estaba viendo el partido con Roberto, y no sé si le va a gustar que cuente esto, pero cuando la gente comenzó a gritar con todo, se tiró para atrás dolido porque creo que todos sentíamos que no teníamos equipo para descender. Me queda la espina de haberme ido al descenso. Pero aprendí mucho en lo personal por el cariño que recibí.
- ¿Cuál fue el mejor momento que viviste?
- Lo más fuerte creo que fue el último partido porque no en cualquier club ves una hinchada que te aliente y arme semejante fiesta a pesar de haberte ido al descenso. En lo futbolístico, creo que lo del clásico fue único. Fuimos a jugar de visitantes, ganamos y marqué el gol de la victoria; algo maravilloso. Eso va a quedar para la historia y eso me lo dicen en la calle los hinchas de San Martín y también los de Atlético.
- ¿Por qué tuvo este desenlace el equipo?
- Pasaron muchas cosas. Tener tres entrenadores en una temporada no es fácil. Te desestabiliza el grupo y si pasan los DT y los resultados no mejoran, se comienza a desarmar el grupo. Lamentablemente el fútbol actual es muy egoísta, entonces nunca es culpa mía lo que pasa. Eso sucede cuando las cosas no van bien. No es fácil sostenerse cuando pasa este tipo de cosas. Después creo que no teníamos equipo para descender, pero la suerte muchas veces no jugó de nuestro lado. Perdimos muchos puntos tontos, que hoy nos hubieran salvado largamente. Parece que estaba destinado que teníamos que bajar.
- En lo personal, ¿cómo viviste este año?
- Mi objetivo era jugar y tener continuidad. Yo me había ido de San Lorenzo jugando poco, justo en un momento en el que estaba muy bien, pero no me dieron la oportunidad de jugar. Me fui a España, empecé muy bien con goles y asistencias y ahí me diagnosticaron una lesión de meniscos y perdí casi toda la temporada. Venía sin jugar y es lógico que acá haya habido dudas en torno a mí. Para colmo llegué y tuve dos lesiones seguidas. Yo soy muy profesional, también afuera del fútbol; pero los rumores de que no estaba bien eran fuertes y me golpearon. En ese momento hablé con Roberto y le di la posibilidad que si en diciembre no jugaba, podían rescindirme el contrato. Después todo mejoró, gracias a Dios.
- ¿Te gustó la provincia?
- Sí, mucho. Tenía amigos a los que cuando les conté que venía para acá dudaron. Yo no tenía idea de cómo era Tucumán. Yo me fui muy chico del país y prácticamente no conozco ninguna provincia. Pero acá nos sentimos muy bien, es una provincia hermosa y la gente es muy cálida.
- ¿Qué idea tenés para tu futuro?
- Mi plan de vida es volver a vivir a Europa y radicarme allá. Tengo mi casa en Valencia y seguramente nos instalaremos allá. Mi idea es jugar uno o dos años en Argentina o por acá cerca porque en Europa conseguir club a mi edad ya es muy difícil. Quiero jugar uno o dos años más y retirarme.
- ¿Qué mensaje le dejás a los dirigentes?
- Estoy tranquilo porque les pude demostrar que no se equivocaron cuando decidieron traerme. Pude rendir y me encantó poder jugar en La Ciudadela. Todos se portaron bien; Roberto, Martín Seri, “Richi” (Ricardo Seoane) y cada uno de los dirigentes. Ellos trabajan día a día para que el club pueda andar bien.
- ¿Y a los hinchas?
- A ellos les agradezco haberme hecho sentir algo que nunca viví dentro de un campo de juego. El aliento que entregan en cada partido y el cariño que me dieron no me lo olvidaré nunca.