Las fotos de un hombre con el torso desnudo y salpicado con pintura color verde flúo se replican de teléfono en teléfono desde hace días. Sucede lo mismo con la imagen de una esquina de la calle Ramírez de Velasco al 3.100, del barrio Echeverría, donde quedó un manchón en la vereda debajo de un poste a medio pintar. Ambas dan cuenta de una disputa territorial entre punteros del oficialismo provincial que responden a Carlos “Alito” Assán y a Armando Cortalezzi que terminó con un singular episodio: un dirigente le reclamó a otro que no tapara su pintada, discutieron y uno de ellos terminó bañado con pintura. En las barriadas el poder de los punteros se marca con pintura.
Hace un mes, un hecho similar había sido noticia y hasta había repercutido en los medios nacionales. Integrantes de las cuadrillas del espacio político de Assán, que se desempeña como secretario de Saneamiento y Mejoramiento de Espacios Públicos de la Provincia, y de su hija, la legisladora Sara Assán, habían pintado un perro de verde en Villa Amalia.
A dos meses de las elecciones provinciales, las paredes y los postes se convirtieron en botines codiciados en los barrios de la capital. Los políticos reconocen que los “territorios” en la ciudad ya no están diferenciados como antes y que no hay distinción de colores políticos a la hora de pelear por un espacio en el que estampar el nombre de los candidatos. De hecho, en el barrio donde se produjo el incidente casi no queda muro sin pintada proselitista. Los carteles de Assán; del presidente del Concejo Deliberante, Cortalezzi y del intendente Germán Alfaro (Cambiemos) son los más numerosos.
De acuerdo con el cronograma fijado por la Junta Electoral Provincial (JEP), organismo que organiza y supervisa los comicios, el inicio formal de la campaña es el 10 de mayo y el cierre, dos días antes del domingo de elecciones, el siete de junio.
Lo atrapó la “ola”
José Luis Perez es el dirigente del barrio Echeverría que aparece en las fotos que se viralizaron. Relató a LA GACETA que el jueves hombres que responden a Assán estaban por repintar postes que unos días había marcado él con pintura blanca y el apellido Cortalezzi. “Le pedimos que dejen de pintar. (Uno de ellos) comenzó a insultar. Y le volqué la pintura para que deje de hacerlo ¡Agarró el balde y me bañó!”, recordó indignado. Perez hizo la denuncia en la Seccional 14 y es en contra de miembros de su familia porque afirmó que quien lo agredió es su sobrino. Añadió que recibió una contradenuncia de Darío Campero, padre del supuesto agresor, en la Seccional 12 porque lo acusa de haber querido golpear al joven.
“Está muy mal (la reacción). Así no se hace política, peleando. Somos familia. Es mi cuñado y me querían pegar. No busqué pelea. Les mostré a su padre lo que había hecho conmigo, le pedí que lo reprenda. Trabajé para (Ramón) ‘Cacho’ Cano cuatro años atrás poniendo su nombre en palos y calles y nunca me pasó algo así”, añadió.
El “circo” de la política
“Es un problema familiar, no político”, desestimó Assán en diálogo con este diario horas antes de lanzar su candidatura a legislador. Reconoció que permanentemente se producen este tipo de situaciones entre cuadrillas. “Es el circo de la política, pero no estoy teniendo problemas. Uno trata de mantener la calma, no es fácil. Alito viene trabajando hace años. Ahora todos salen a trabajar y hay pequeños incidentes. Mi dirigente estaba pintando y el familiar se acercó. Le salpicó pintura del pincel. No hubo pelea”, consideró. Confirmó que los Campero hicieron también una denuncia policial.
Deslizó que hay una campaña en su contra. “Qué casualidad que permanentemente saquen cosas mías. No culpo a nadie, pero hay que trabajar. La gente está cansada. Lo del perro fue una broma de chicos”, interpretó. Aclaró que no se pinta el frente de ninguna casa sin autorización y que las tareas son ajenas a la secretaría que encabeza. Añadió que cuenta con 120 personas que trabajan políticamente para él. Recordó que el “verde manzana” es el tono que le da nombre a su partido, que desde el año pasado se denomina Marea Verde (ex Copade).
Cortalezzi aseguró que no conoce al puntero pintado, pero que puede pertenecer a su espacio porque cuenta con dirigentes que tienen, a su vez, referentes barriales trabajando para ellos. Aseguró que las disputas por los carteles son permanentes. “Las pintadas no votan, pelear por una pintada es innecesario. No tiene ningún sentido para la construcción política. Lo importante es dar solución a los vecinos. Los dirigentes quieren pintar porque quieren referenciarse. Esto no debería suceder por una pintada”, aseguró el concejal, candidato a legislador. Explicó que habla con sus seguidores para que ningún intercambio se agrave. “Un dirigente pinta y otro despinta, pasa siempre a dos meses antes de las elecciones. Si esto nos redituaría buscaríamos pintores. A esta altura todos los dirigentes de todos los espacios se tapan las pintadas”, agregó. Consideró que los postulantes deberían sentarse a tomar un café y acordar una modalidad de trabajo que no genere roces.