En todos los tiempos, las mujeres, los ancianos y los niños han sido el blanco predilecto de los violentos. La creación de organismos que se ocupan de esta problemática y reciben denuncias, ha permitido que cientos de casos que por una cuestión social se mantenían en silencio, salgan a la luz. Pero pese a que se ha visibilizado más esta grave problemática social, lejos de atenuarse, en los últimos años, la violencia contra la mujer se viene profundizando.
Según la organización feminista Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), en el primer trimestre de 2019, una mujer fue asesinada por un hombre cada 30 horas en la Argentina. La información está basada en los casos publicados en los medios de comunicación. De acuerdo con el relevamiento, 72 mujeres murieron y 52 niños o adolescentes quedaron sin madre. Se informa que el 60% de los asesinatos fueron cometidos por la pareja o ex pareja de la víctima.
MuMaLá indicó que en el 14% de los casos, las mujeres habían realizado una denuncia previa por violencia de género; el 9% de las víctimas estaba embarazada y que el 9% de los femicidas era miembro de alguna fuerza de seguridad. Sobre la modalidad de los crímenes, el 36% fue cometido con arma de fuego, en el 20% de los casos se utilizó un arma blanca y el 18% de estas mujeres fueron asesinadas a golpes. En Tucumán se han registrado tres femicidios en lo que va del año
La organización presentará el reporte, firmado por 70.000 personas, en el Congreso de la Nación y pedirá que se declare la Emergencia Nacional por Violencia de Género firmado por más de 70.000 personas.
Las activistas denunciaron que el gobierno nacional dispuso recortes presupuestarios y quejaron por la falta de aplicación del Plan Nacional para Prevenir, Asistir y Erradicar las Violencias hacia las Mujeres aprobado en 2017. “Necesitamos medidas urgentes y seguimos exigiendo la puesta en marcha del Plan Nacional, amparadas en las legislaciones nacionales e internacionales como Belén Do Pará y Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer”, sostuvieron.
No solo los golpes que pueden llevar a la muerte de la víctima, también el acoso sexual, psicológico, la discriminación, la humillación son vehículos de la violencia. Esta es también el resultado de una sociedad cada vez más individualista, consumista, deshumanizada, agresiva y sorda. El Estado no actúa con la firmeza suficiente para combatir la violencia, no solo de género, sino de todo tipo. Nos parece que problema debería abordar en forma integral, partiendo de la educación que es fundamental para revertir. Si aprendemos desde la infancia a recrear los lazos afectivos, el diálogo como fuente de entendimiento, el amor y respeto por el otro, la solidaridad y desterramos las diversas formas de autoritarismo, quizás avancemos hacia una sociedad menos golpeadora.
El hecho de que una mujer muera por día a causa de la violencia, significa no solo que estamos frente a una grave crisis de valores, sino ante una sociedad enferma, que está lejos aún de iniciar una cura. La razón debería servirle al ser humano para diferenciarse del resto de los animales. Pero hay acciones con historia que ponen en duda si el ser humano es realmente un mamífero inteligente.