Para muchos de nosotros nuestras mascotas son como integrantes de la familia. Por eso queremos que estén presentes en casi todas las actividades sociales que planeamos. Y nos encanta subirlos al auto y verlos disfrutar cuando sacan la cabeza por la ventanilla.

De los conductores que llevan sus mascotas en auto, el 32% admite que lo hace sin usar protección, de acuerdo con una encuesta que realizó en noviembre la empresa Ford entre 5.000 propietarios de perros.

Uno de cada tres consultados dijo que no siempre ata a sus mascotas dentro del coche porque a los animales no les gusta, el 31% señaló que no era necesario para realizar viajes cortos, y el 14% dijo que no tenían espacio para una jaula para perros. Más de uno de cada cuatro de los encuestados que llevan su perro sin protección admitió que su mascota había asomado la cabeza por la ventanilla (26%). En algunos casos, hasta habían saltado por la ventanilla.

La encuesta muestra algo que se ve en forma regular en nuestras calles, comenta Lorena Gutiérrez, titular del área de Educación Vial de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Sin embargo, aunque hagamos un recorrido corto, nunca es una buena opción llevar los animales sueltos. Lo recomendable, según la experta, es que los perros o gatos viajen siempre en el asiento de atrás y atados o en una jaula, puesto que nadie está exento de una frenada brusca o de un accidente.

Según la ONG Luchemos por la Vida, una mascota suelta dentro de un coche puede provocar la distracción del conductor y generar posibles accidentes. En un choque a 100 km por hora un perro de 20 kilos multiplica su peso por 30 y puede golpear un objeto o a una persona como si pesara 600 kilos, transformándose en un proyectil. Una frenada brusca puede alterar el animal y provocar una reacción violenta.

Recomendaciones

¿Cuál es la manera más adecuada de llevar una mascota en el auto? A los cachorros pequeños lo ideal es llevarlos en jaula, y mejor si es en el piso. Igual en el caso de los gatos. Para los animales más grandes lo mejor es sujetarlos con dispositivos especiales para mascotas. Walter Urquiza, de un pet shop céntrico, señaló que una buena opción es comprar un cinturón de seguridad (cuesta $ 150) que se adapta a la correa o a la pechera que tiene el animal y que se abrocha al cinturón de seguridad del auto. “La gente está empezando a tomar conciencia de que debe llevar asegurada su mascota”, comentó.

Si tenés suficiente espacio en el baúl podés colocar rejillas especiales y llevar los animales allí. Amarrarlos con cuerdas o con su correa no siempre es lo ideal, explica la veterinaria Cinthia Scoppettuolo, especialista en fisioterapia. Podrían sufrir lesiones a nivel cervical con una sola frenada brusca. “Lo mejor es la pechera”, remarcó.

En cualquier accidente un animal que no esté atado puede sufrir desde golpes pequeños y hematomas hasta torceduras o contusiones craneoencefálicas, detalla la profesional.

Nunca hay que subestimar los golpes que una mascota pueden sufrir en un vehículo, sugiere Scoppettuolo. Si dudamos sobre una posible lesión, hay que llevarlos al veterinario. Por medio de ecografías o radiografías, se podrá determinar si presenta alguna lesión ósea o en las partes blandas.

Según explica la especialista, a veces los perros presentan síntomas silenciosos de que sufrieron un traumatismo. Hay que estar atentos a estas señales: si no quiere comer o tomar agua, si vomita o hace pis con sangre, si está decaído o no ladra como siempre, si actúa como perdido. “Eso nos tiene que llamar la atención y pedir ayuda porque pueden ser señales de una posible inflamación neurológica o de pérdidas internas de sangre... cosas que no se ven de forma externa, pero sí en el comportamiento de la mascota. También si notamos que su respiración está acelerada puede significar golpes en el pulmón”, especifica.