Entre los miles de fanáticos que fueron a recibir a Boca, estaban Priscila y el pequeño Santino, su hijo de cuatro años, que llevaba puesta una camiseta alternativa de color amarillo del “Xeneize”. Entre ellos dos hay una historia particular, una de “conversos”. ¿Por qué? Priscila es hincha de River, y a pesar de eso, no dudó en llevar a su hijo para que esté cerca del equipo de su corazón. “Su papá es de Boca y lo iba a traer pero no pudo venir por el trabajo”, comenta. Luego explica cómo fue la elección de Santino por Boca. “En casa dejamos que él elija y prefirió Boca”, cuenta.
Uno de los que hizo fuerza para que Santino sea de Boca fue su tío Luis. “La camiseta es lo que vale. A Boca lo sigo desde chico, fui muchas veces a la cancha. De Boca se nace”, dice el tío, también presente.
Santino sigue a su madre todo el tiempo entre un mar azul y amarillo. Ella está ahí por el sentimiento de su hijo. “Por la felicidad de él cualquier cosa”, concluye. Santino fue feliz, y su madre también.