Los policías que participaron en el asalto a la sucursal de EDET en La Madrid podrían haber estado involucrados en otros atracos que se produjeron en esta provincia, Salta y en Santiago del Estero, según confiaron fuentes judiciales. Los investigadores sospechan además que la banda podría estar integrada por otros uniformados.
Los delincuentes, según consta en las actuaciones policiales, una vez que concretaron el robo (ver nota aparte), se subieron a un Ford Fiesta y huyeron hacia Termas de Río Hondo. Pero los uniformados de la localidad sureña se habían enterado del asalto. Al confirmar la ruta de escape, los policías alertaron a sus pares de Termas de Río Hondo. Los seguían de cerca y les adelantaban por dónde se dirigían. Los efectivos santiagueños decidieron entonces esperarlos en el puesto caminero de Árboles Grandes, ubicado cerca de Villa Río Hondo.
Al llegar a ese lugar, los asaltantes fueron rápidamente reducidos. Allí les secuestraron armas, unos $40.000 en efectivo y celulares (que serán clave para establecer los vínculos de la organización). Los identificaron como el oficial Carlos Sebastián Molina (32 años) que presta servicios en la Unidad Regional Oeste, el cabo Fabián González Lezcano (36), destinado a la comisaría de La Ramada, y Fernando Sebastián Carrizo (32), que dijo ser empleado de la municipalidad capitalina.
El fiscal Jorge Echaide, que está al frente de la investigación, dijo que no habría indicios que conecten a los detenidos con los que atracaron una fábrica de zapatillas (ver aparte) y al sereno del club Huirapuca, ambos en Concepción.
El análisis de las armas secuestradas habría revelado que el arma que usaba Molina era la que la fuerza le había provisto a la fuerza a su esposa, que como abogada trabaja en el departamento de Asesoría Letrada de la Policía. A Molína le habían quitado su arma por una sanción disciplinaria.
“Realmente es un espanto lo que pasó. Mientras hay policías que se juegan la vida enfrentándose a delincuentes o están bajo la lluvia haciendo operativos, ellos cometen esos hechos avergonzado a toda la institución. No se tolerará más que estas personas estén en nuestra filas”, indicó Manuel Bernachi, jefe de Policía.
El titular de la fuerza señaló además que no puede confirmar si la pistola incautada pertenece a la abogada. “Si es así, se le iniciará un sumario administrativo porque violó las normas de la fuerza. Insisto: no toleraremos más situaciones como estas”, indicó.
Antecedentes
No es la primera vez que Molina aparece mencionado en una causa judicial. El 8 de abril, Roberto Zelarayán recibió un disparo mortal luego de que los miembros de los clanes Acevedo y Toro se enfrentaran en la puerta de un boliche de la ex zona de El Abasto. El oficial estaba realizando tareas de seguridad en el centro nocturno al que concurrían los integrantes del grupo oriundo de Villa 9 de Julio.
En octubre de 2016 el entonces fiscal Washington Navarro Dávila ordenó su detención al sospechar que había dejado libre a una mujer que tenía pedido de captura. Por este hecho también fueron detenidos el subcomisario Daniel Luna y el comisario Cándido Galván.
“Por cuestiones reglamentarias estaba desarrollando tareas administrativas hasta tanto se resuelvan sus procesos. Ahora quedará disponible, al igual que el otro sospechoso”, concluyó Bernachi.