La de ayer no fue una fecha cualquiera para los radicales. El ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989) nació el 12 de marzo de 1927. José Cano lo evocó durante ese día, que escogió para anunciar que depone su precandidatura a gobernador por Cambiemos para apoyar la postulación para ese cargo de la senadora Silvia Elías de Pérez. “Alfonsín nos decía que lo importante son las ideas, los principios, y no quién lleva la bandera”, recordó en la entrevista con LA GACETA.
Cano también es consciente de la coyuntura provincial, en la que Cambiemos viene doblemente tarde en materia de definiciones. En primer lugar, porque en octubre oficializaron sus lanzamientos el binomio Juan Manzur-Osvaldo Jaldo y el senador José Alperovich, quienes llevan seis meses polarizando de hecho el escenario a falta de otras ofertas. En segundo término, porque el Gobierno anticipó los comicios para el 9 de junio. “Si yo no tomo esta decisión, vamos camino a un escenario muy complicado”, sostiene el diputado nacional.
- ¿Por qué decide no competir?
- Jamás voy a ser parte del problema. Estoy en la mesa nacional de Cambiemos, apostando a la construcción de una alternativa política en Tucumán y en otras provincias. En ese marco, mi decisión es acompañar a Silvia. Queda una reunión pendiente con Domingo (Amaya) y con Alfonso (Prat-Gay). Creo que, en esta instancia, ponerme por arriba de las candidaturas es ayudar a que Cambiemos tenga una propuesta consolidada, que devuelva a los tucumanos la esperanza de vivir en una provincia distinta. Trabajo para eso desde 2007.
- ¿Como se explica su resolución con el hecho de que en su sector hacen hincapié en que es el opositor con mejor imagen?
- Vengo dando muchas muestras de renunciamiento para construir un proyecto político diferente en Tucumán. He renunciado al Senado para ser candidato a diputado y propiciar el escenario de 2015. Y tomé junto con Domingo Amaya la decisión de construir una alternativa ese año, en elecciones que claramente tuvieron incidencia en la política nacional, creando un antes y un después. Y me parece que ahora cuando el rol de la mujer comienza merecidamente a ocupar más espacios en la agenda de la política, esta es una muy buena oportunidad para que al proyecto lo conduzca Silvia, que es una persona que ha demostrado capacidad en compromisos trascendentes como la lucha contra el narcotráfico y la inseguridad. Este es mi aporte para consolidar a Cambiemos y a la figura de Silvia. Compartí fórmula con ella (en 2011), luego de que en 2009 la convocara a sumarse a la política. Lo hago porque al frente tenemos un gobierno provincial que no protege a los tucumanos. No cuida el futuro de la gente. Ni siquiera cuida su presente.
- ¿Por qué contrasta su decisión con el Gobierno provincial?
- Quiero transmitir a los tucumanos la confianza de que no trabajamos por proyectos personales sino para que en la provincia se pueda vivir mejor. Si se pueden deponer los personalismos, se puede conversar. Y gobernar mediante el diálogo es el gran déficit del oficialismo tucumano, que no convoca a nadie. Nosotros tenemos muchísimas cosas para aportar con respecto a las cosas que hoy sufren los tucumanos. Ellos, por el contrario, gobiernan como si se creyeran los dueños de la provincia y de los destinos de los tucumanos.
- ¿Va a candidato a legislador?
- No. Voy a cumplir con mi mandato de diputado. En pos de este proyecto vengo siendo candidato incluso cuando podía evitar serlo. En 2011 fui candidato para ayudar a que Mariano Campero fuera concejal, a que Roberto Sánchez fuera legislador y a que Sebastián Salazar fuese edil (N. de la R.: desde 2015 son, respectivamente, los intendentes de Yerba Buena, Concepción y Bella Vista). Veníamos de un punto en que yo era el único legislador que tenía el radicalismo. En 2013 dejé mi banca del Senado otra vez por el bien del proyecto, porque podría haberme quedado hasta 2015 y ser ese año candidato a intendente de la capital. Y en 2017 me comprometí a asumir como diputado y ejercer ese honor, cosa que no hizo el actual vicegobernador (Osvaldo Jaldo). Igualmente, formaré parte activa de la campaña, acompañando a la fórmula y a los dirigentes.
- ¿Hace un mea culpa? A propósito de que menciona que fue candidato incluso cuando no le hacía falta, hay quienes mencionan que perdió dos elecciones como candidato a gobernador; otros sostienen que su gestión en el Plan Belgrano minó su imagen por falta de concreciones; y hay quienes le reconocen ser quién más ha defendido al presidente Mauricio Macri en Tucumán, con los consecuentes costos políticos.
- Soy una persona frontal: no especulo. Cuando se forma parte de un gobierno, hay que estar para compartir las cosas buenas y también para apoyar la gestión en los momentos incómodos para la dirigencia política. Respecto del plan Belgrano, en los 16 meses de mi gestión dejamos una hoja de ruta para el desarrollo de la región. Ahora concluirá el último tramo del ferrocarril Belgrano y entinces hablaremos de planificación, porque fue mucho más profundo que hacer cordón cuneta. En cuanto a que perdí dos veces como candidato a gobernador, eso forma parte de la campaña negativa que quiere instalar el oficialismo tucumano. Gerardo Morales fue cuatro veces candidato a la gobernación hasta que la sociedad jujeña aceptó el desafío del cambio y hoy esa es otra provincia: denota en toda su dimensión la palabra “cambio”. Y Juan Manuel de la Sota también perdió cuatro veces como candidato a gobernador en Córdoba. A mí los tucumanos me honraron haciéndome el primer senador radical en casi 50 años. Y me votaron para romper la hegemonía alperovichista: de no tener diputados opositores por Tucumán, pasamos a salir dos a dos. Lo recuerdo no sólo por el oficialismo, porque no me sorprenda que lo diga, sino también por dirigentes radicales que hablan de interna cuando ocupan una banca gracias que yo peleé para que encabezaran listas oficiales, porque nunca llegaron ni a los 10.000 votos. Ganar o perder no es cuestión de contar votos en una elección, sino de construir proyectos.
La senadora valoró el gesto y reconoció la tarea del diputado
Desde Buenos Aires, ante la consulta de LA GACETA, la senadora Silvia Elías de Pérez valoró la novedad de que su “correligionario”, el diputado José Cano, desistirá de su precandidatura a gobernador por Cambiemos para respaldarla a ella para ese cargo, allanando el camino de la definición de fórmula para la elección del 9 de junio.
“Si hay alguien que ha hecho muchísimo en estos años para que hoy Tucumán tenga una opción, ese es José Cano. Le reconozco también su entrega total buscando que Tucumán, de una vez por todas, tenga una opción que no sea el sistema corrupto que venimos teniendo durante estos años”, aseveró la parlamentaria radical.
“Todos juntos en nuestro espacio, con mucha entrega, vamos a dejarlo todo para darle a Tucumán la mejor opción”, arengó. Anunció que en las próximas horas retornará a la provincia.
Prat Gay, a la espera
Alfonso Prat Gay, ex ministro de Hacienda y Finanzas Públicas (2015-2016) del gabinete del presidente Mauricio Macri, también fue consultado por este diario. El economista, que ya pegó afiches y recorrió la provincia para instalar su postulación, agradeció el llamado pero declinó de hacer comentarios por el momento.
Desde su espacio indicaron que, según las previsiones, el viernes anunciarán “todos juntos” la fórmula de Cambiemos para competir en Tucumán.
Amaya, por el diálogo
El subsecretario del Interior de la Nación, Domingo Amaya, es el otro precandidato que blanqueó sus aspiraciones de buscar la gobernación. “Los mejores hombres y mujeres deben integrar la propuesta de Cambiemos en Tucumán, por el bien del proyecto político que encare las transformaciones que Tucumán necesita”, respondió a LA GACETA.
Manifestó, también, que a los acuerdos debe llegarse “con el diálogo y el consenso, qué es lo que más le conviene al proyecto”. Una elegante manera de manifestarse en favor de dejar de lado las encuestas.