El de ayer no fue un mediodía cualquiera. Quienes llevan años en la administración pública recuerdan que un fenómeno parecido se observó en tiempos de Ramón Ortega, ese gobernador -que hoy cumple 78 años- que trataba de calmar la protesta estatal en los pasillos con sus canciones. Marcelo Hugo Tinelli llegó al primer piso de la Casa de Gobierno para saludar y reunirse con el gobernador Juan Manzur. Los pasillos del primer piso del viejo edificio estaban llenos de agentes que, con celulares en mano, intentaban obtener una selfie con uno de los outsiders de la política más famosos del país, que no descarta incursionar en ella en poco tiempo.
Tinelli bendijo la candidatura a intendente de San Miguel de Tucumán de Mario Leito, el presidente que pidió licencia al frente del Club Atlético Tucumán para enfrentar, entre otros, al actual jefe municipal Germán Alfaro (Cambiemos). De paso, el conductor televisivo se puso el buzo peronista para acompañar también la reelección de Manzur en las elecciones provinciales previstas para el domingo 9 de junio. El propio mandatario ofició de guía turístico de Tinelli y su equipo de colaboradores, que ya analiza grabar, al menos, dos programas de la nueva emisión de “Showmatch” desde esta ciudad.
Tinelli accedió a fotografiarse con cada tucumano que lo reconocía. Sucedió en la explanada del Palacio de Gobierno, en la plaza Independencia -donde también degustó achilata-, en el Paseo de la Independencia y hasta en la misma Casa Histórica, donde el también vicepresidente de San Lorenzo de Almagro firmó el libro de visitantes ilustres. Antes, Manzur le fue contando la historia de la gesta de 1816 ante una sorprendida directora del Museo Casa Histórica, la historiadora María Cecilia Guerra Orozco.
Con cautela
Tinelli fue cauto respecto de las definiciones políticas en un año electoral cargado de tensiones. Incluso en el mensaje de apoyo a Leito que dio tras el almuerzo organizado en El Cadillal. “Mi viejo me enseñó a ser peronista. Ojalá podamos vivir en un país mucho mejor, tenemos todo para serlo. Mirar para abajo es mucho más saludable que mirar para arriba”, manifestó el bolivarense.
Hubo tiempos para las chicanas. Por ejemplo cuando le preguntaron al gobernador si es que estaba dispuesto a ir al “Bailando” en caso de que lo convoquen. “No sé. Tal vez me anime a bailar el Bombón asesino, pero no el Hombre Gato”, ironizó. Una velada alusión al viralizado video de uno de sus contrincantes electorales y ex compañero de fórmula, el senador José Alperovich.
La candidatura de Leito es incipiente; por esa razón, aún en el oficialismo tucumano no hay mediciones acerca de la imagen que el dirigente deportivo tiene en el electorado capitalino. En la Casa de Gobierno reconocen que, en las encuestas, vienen peleando de atrás contra Alfaro, que también busca su reelección.
Manzur cree que Leito puede corporizar la unificación de las distintas corrientes internas del PJ en uno de los principales distritos electorales del país. La visita de Tinelli, a su vez, motivó que el gobernador sea uno de los ausentes al congreso del PJ nacional que se realizó en el microestadio del club Ferrocarril Oeste. El ex jefe de Gabinete kirchnerista Alberto Fernández desdramatizó las ausencias, al afirmar que dialogó con todos y le dijeron que estaban representados por sus congresales. “Lo preocupante es que no manden a los congresales”, remarcó. Incluso, el diputado Eduardo de Pedro, de buen diálogo con Manzur, invitó a los mandatarios y al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, a conformar “un gran frente” para competir contra el presidente Mauricio Macri, que buscará su reelección.
La “farandulización”
Tinelli es uno de los exponentes de la farándula que suma adhesiones al Partido Justicialista. La estrategia oficialista no es nueva. Pero la de esta elección arrancó con la incorporación de Luis Miguel “Pulga” Rodríguez a las huestes peronistas. También la de otro ex jugador decano, Guillermo “Bebe” Acosta, y de la cantante de cumbias Gladys, “la Bomba Tucumana”, entre otros. Llamó la atención la ausencia del vicegobernador Osvaldo Jaldo, uno de los promotores de la incorporación al PJ de los reconocidos futbolistas tucumanos.
En el universo político tucumano ya hablan de la “farandulización del manzurismo”, como una de las estrategias para captar la atención del electorado. Tinelli, a su vez, se sintió a gusto en la recorrida preelectoral. “Nunca la descarté”, respondió a la prensa cuando se le consultó sobre su posible incursión en la política nacional. Su prestigio mediático lo convierte en lo que se denomina outsiders de la política.
“Los outsiders no tienen peso en sistemas políticos estables. Aparecen en procesos de desconfianza, donde la confianza del electorado migra desde los partidos tradicionales a personalidades que no se identifican con el sistema político”, define Mario Riorda, consultor en estrategia y comunicación política. Sin embargo -indica a LA GACETA-, pueden tener su lugar en un escenario de polarización como el actual. “Los outsiders marcan pequeños acontecimientos en la agenda. A Manzur, por ejemplo, esto le sirve para aumentar momentáneamente su visibilidad”, completa el director de la Maestría en Comunicación Política en la Universidad Austral.