“No existe crimen perfecto, sino investigaciones mal hechas”. Alberto Lebbos no se cansó de repetir esa frase en los 13 años que lleva peleando para el esclarecimiento por el secuestro, homicidio y posterior encubrimiento del crimen de su hija Paulina. Sus palabras cobraron mayor fuerza ahora, luego de que el tribunal haya decidido ordenar que se investigaran nuevas líneas por la muerte de la joven.
Los jueces Rafael Macoritto, Dante Ibáñez y Carlos Caramutti condenaron a cinco personas (Eduardo Di Lella, Hugo Sánchez, Nicolás Barrera, Héctor Brito y Waldino Rodriguez) y absolvieron al único imputado por el homicidio (Roberto Luis Gómez). Pero lo más importante del fallo es que los jueces pidieron que se abrieran nuevos procesos en contra de dos nuevos sospechosos del homicidio (César Soto y Sergio Kaleñuk) y a más de treinta personas que podrían haber encubierto o mentido para que nunca se supiera lo que le pasó a la joven.
Pero la causa Lebbos se enfrenta ahora a dos obstáculos que amenazan con su esclarecimiento definitivo del caso. El paso del tiempo, se transformó en una especie de guillotina judicial llamada prescripción, puede acabar con una firma todas las buenas intenciones de los funcionarios judiciales, llámese fiscales, jueces o camaristas. El peso de la historia también juega en contra, ya que fueron muy pocos los casos que se terminaron esclareciendo luego de que un tribunal ordenar una nueva investigación.
El crimen de Lucas Fernández es quizás el caso más parecido al de Paulina. Por el homicidio del joven fue condenado Andrés Miguel a 12 años de prisión, pero la Corte Suprema de la Justicia de la Nación anuló el fallo y el condenado quedó en libertad. También solicitó que se siga otra línea de investigación, pero no se hizo nada y ese crimen que conmocionó a la opinión pública quedó impune. Emilia Juana Pasteris, Luis “Cachuta” Romano y del taxista Mario Barrientos son algunos de los hechos que llegaron a juicio y que, al no ser esclarecidos, se ordenaron que se investigaran nuevamente.
En todos estos casos hay denominadores comunes. En las audiencias de cada uno de los hechos quedaron reflejados los errores cometidos en la investigación policial; lentitud de algunas de las fiscalías que intervinieron en la pesquisa; falta de pruebas y errores procesales, entre otros.
“A todo eso se le deben agregar cuestiones políticas. En varios de esos casos hay gente del poder involucrada y se necesita una decisión política para esclarecerlos. Y no podemos dejar de lado los casos que nunca se investigaron y que también quedaron impunes”, explicó el abogado Juan Robles.
El listado que realizó el profesional es extenso. Pero entre ellos se destacan las muertes del oficial Luis Salinas (la investigación fue desarrollada por Carlos Albaca, el mismo ex fiscal que debe ser enjuiciado por su actuación en el caso Lebbos); Pamela Laimes y el contador Carlos Julio Albarracín, entre otros muchos más. “En esta provincia los casos de homicidios a personas vinculadas al sistema financiero son los más difíciles de resolver”, agregó Robles.
Defensores, descreídos
“El tiempo que pasa es la verdad que huye”, sintetizó Carlos Posse, defensor de Rodríguez en el caso Lebbos. “Por lo general cuándo se vuelve a investigar el delito, sin importar cuál sea, queda impugne porque el tiempo borras las pruebas”, agregó.
Gustavo Morales, defensor de Di Lella dijo: “nunca pasa nada nuevo cuando se ordena una nueva pesquisa, sin importar si la causa pasa a la misma fiscalía que la isntruyó o una nueva. Por los numerosos y nefastos ejemplos que tengo no se investiga nada nuevo”. “En esta causa -agregó- tiene el agravante que no le darán los tiempos. Voy a contradecir a mis colegas, pero sobra jurisprudencia para demostrar que todos los pedidos que realizaron los jueces se podrán iniciar cuando el fallo quede firme”, indicó.
Cergio Morfil, defensor de Brito, insistió que el panorama de la causa es complicado. “Si a veces demorarse en tomar medidas de días complican una investigación, imagínense el paso de los meses, años y hasta lustros. Es muy difícil que se consiga llegar a la verdad”, destacó.
“Los tiempos han cambiado. Ahora el panorama es diferente porque los parientes de las víctimas asumen el rol de querellantes y le dan otro rumbo a las investigaciones. Antes esto no era común que sucediera”, señaló Robles.
Y eso es lo que Alberto Lebbos hizo en todo este tiempo y, según lo anticipó, no dejará de hacerlo. “Por ahora vamos a esperar que se conozcan los fundamentos del fallo. Después los analizaremos y seguiremos solicitando que se realicen todas las medidas necesarias para que se sepa la verdad. No me voy a rendir”, concluyó el padre de la joven.
Los pedidos del tribunal
1- Los jueces solicitaron que César Soto (ex pareja de la víctima) y Sergio Kaleñuk sean investigados por el crimen de la estudiante. 2- La trama de encubrimiento y de mentiras se amplió luego de que los jueces pidieran que se indague la participación de unas 20 personas por este delito. 3- La Justicia aún no definió quién será el fiscal a cargo de la nueva pesquisa. El tribunal y la querella quieren que sea Diego López Ávila.