Un veterano de la guerra de Malvinas que buscaba recuperar el casco que le salvó la vida durante la sangrienta batalla de Monte Longdon, recibió el viernes un llamado anónimo con la promesa de enviárselo en los próximos días desde el Reino Unido. "Ese casco me salvó la vida", dijo a LA NACIÓN Jorge "Beto" Altieri, quien lleva años intentando recuperar ese tesoro.
La noticia le llegó a través de un mensaje en su celular: "Compramos el casco, lo hicimos enviar a la embajada argentina en Londres para que lo remitan rápidamente a Buenos Aires”. El benefactor pidió mantener su anonimato, solo avisó que lo había comprado, que lo quitó de la subasta y que llegará en pocos días al país.
“Tengo la promesa de que el casco volverá a mis manos. Una vez que eso ocurra, y después de agradecer y mostrarlo a todos los que quisieron ayudarme a recuperarlo, lo llevaré a la bóveda del cementerio de Lanús”, expresó Altieri.
De acuerdo a las declaraciones del sobreviviente, mucha gente quiso ayudarlo e incluso se ofrecieron a organizar una colecta para pagar la reliquia que en ese momento cotizaba unos $ 520.000 en e-Bay. A pesar de los ofrecimientos, el soldado se negó, hasta que un tiempo después le llegaría la llamada que cambiaría su vida.
El comienzo de la historia
El ex combatiente en Malvinas lichó junto con otros soldados en el Tercer Batallón de Paracaidistas británico en Monte Longdon, donde fue alcanzado por una esquirla de una bomba inglesa que mató a varios.
“Ese casco me salvó la vida. La esquirla me pegó justo en la frente, e incluso en las fotos de la página de subastas se puede ver el agujero que le dejó; a mí esa herida me sacó el ojo izquierdo y perdí tejido encefálico de la zona izquierda del cerebro que coordina la conducción del brazo derecho, la pierna derecha y el habla”, contó a Télam.
"Pensé que no iba a volver a ver ese casco que me salvó la vida nunca más, hasta que hace cuatro años un muchacho me informó que mi casco estaba en una subasta en Internet en Londres; yo al principio no lo creí posible, pero él me mostró las fotos en las que se veía el agujero de la esquirla y la etiqueta que yo le había puesto con mi nombre y regimiento del lado de adentro", recordó.
El veterano relató como un amigo suyo lo ayudó a entrar en la subasta de Internet donde ofrecieron £ 400, pero faltando un minuto para el cierre otro usuario hizo una oferta de £ 800 y se quedó con el casco.
"Conseguí el número de teléfono del inglés, le expliqué el significado del caso en mensajes, y él me respondió que me lo vendía por £ 4.000. Le dije que no llegaba a eso, que le podía devolver las £ 800 que pagó él, le pedí por favor que me lo deje recuperar para poderlo tener en mi poder así cuando yo no esté más lo tengan mis hijos", explicó emocionado.
Así fue como comenzó la travesía de recuperar el tesoro, que se viralizó y generó que se produzca la recuperación del mismo.